¿Qué hacer con los restos de caucho de llantas usadas? ¿Reciclar? ¿Cómo? ¿Rendirse y dejar que sigan contaminando el medio ambiente? Algunos emprendedores han buscado una solución mediante su reutilización en zapatos, abarcas y similares, o floreros y maceteros. Loable. Sin embargo, una vez que estos productos se desgastan, el problema regresa. Algunas empresas intentaron hacer reciclaje, pero para ello, en nuestro medio, hace falta demasiada inversión para tan poca rentabilidad.
Entonces apareció la empresa Aguayo, fundada por Ronald González, Manuel Laredo y Antonio Laredo. El equipo, con su proyecto Mamut, dio con una respuesta que se convirtió en una solución a éste y a otros problemas en uno solo: convertir el caucho en pisos: pisos para oficinas, para patios, escuelas, pistas deportivas y parques infantiles; pisos de colores para alegrar los juegos, y suaves para amortiguar el golpe de una caída; pisos lavables, que saquen provecho de la lluvia en lugar de perjuicio, y durables, porque tienen una garantía de al menos 10 años, en síntesis, pisos de poliuretano útiles destinados a un nuevo uso y contribuyendo al medio ambiente.
Mamut se convenció de que no era viable reciclar el caucho, pues según explica su fundador y gerente general, Manuel Laredo, no hay ni mercado ni suficiente basura para pensar en algo así. Por eso se optó por otro sistema económico: comprar los restos de caucho a talabarteros y recauchutadores.
El producto acopiado se pica; a través de un proceso químico en una planta ubicada en Sacaba, se lo convierte en una masa, se lo prensa y se transforma en pisos, baldosas amortiguantes, moquetas, pisos continuos, pisos industriales o para uso deportivo, en fin, más de 18 productos y cuyos precios son la mitad de lo que se oferta a nivel internacional. Además, si una llanta dura seis meses, las baldosas en un parque a la intemperie tendrán una vida útil de al menos 10 años.
Y lo más importante, el modelo económico: es posible de replicar este sistema de reutilización en cualquier ciudad del mundo. De allí, su impacto.
Trayectoria
La empresa nació hace tres años y, desde entonces, ha reutilizado más de 400 toneladas de caucho, lo que implica 66 mil llantas, con las cuales se hicieron parques, gimnasios, caballerizas: aproximadamente 400 mil usuarios de estos beneficios en dos países y en 20 ciudades. Con cada llanta de 36 pulgadas se pueden lograr 20 metros cuadrados de baldosas antideslizantes de caucho
Este proyecto ha sido certificado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de su concurso de innovación. Está certificado entre los 10 primeros de 510 de Latinoamérica Verde, y 35 proyectos de mayor impacto de Latinoamérica.
“Generamos innovación, generamos impacto y, a través de un proceso de transformación, hemos creado una economía circular. Hemos generado impacto”, concluye Manuel Laredo.
LOS EKOPARQUES
Uno de los proyectos estrella de la empresa son los EkoParques, pensados en pisos especiales para los parques infantiles. Así, hay un componente de seguridad para los niños y un compromiso ambiental.
"Una generación de parques seguros" es el lema que aplica Mamut en coordinación con las Alcaldía, OTB, escuelas, empresas privadas y otras instituciones.
En estos proyectos, Mamut brinda materiales para los suelos, como las baldosas amortiguantes o el pavimento drenante.
Estos parques ya han sido implementados por las alcaldías e La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Yacuiba, por mencionar algunas del país. También se aplicaron en colegios privados de Cochabamba, como el Anglo Americano o el AISB, o en pollos Panchita.
Eso sí, como se trata de un producto nuevo, también fue necesario capacitar a los albañiles, muchos de los cuales ahora trabajan con la empresa.
Los precios difieren según la calidad, tamaño y trabajo, pero para tener una idea aproximada del precio, unos 25 metros cuadrados (un área de 5 x 5) de baldosa puede costar al cliente unos 1.500 dólares incluyendo la instalación.
Los interesados se pueden contactar por Faceboook (f/pisos Amortiguantes Mamut), en la página web (pisosmamut.com) o los teléfonos 70798770.
BREVE HISTORIA
El proyecto mamut ha tenido un crecimiento meteórico. Nació en 2013, participando del concurso innova bolivia, donde ganó un capital semilla de 4.000 Dólares, y hoy es una empresa extendida a nivel mundial.
El equipo tenía el conocimiento, pero no la maquinaria, materiales ni mano de obra, pero el premio le permitió adquirir un financiamiento de 50 mil dólares e instalar su planta.
En 2014, comenzó su proceso de producción, primero en cochabamba, y después, a través de internet, en bolivia y el mundo.
En su breve trayectoria, de poco más de tres años, ha cosechado más de 16 premios, comenzando por el ya mencionado de innova bolivia.
En 2014, el equipo ganó el primer premio vivir bien, entre más de 200 participantes.
En 2016, participó en el concurso tic américas, de la oea, junto con otros 2.795 Equipos. Fue seleccionado entre los 35 proyectos de mayor impacto, y posteriormente ganó el primer lugar.
En 2016, la fundación maya distinguió a mamut como la pyme con mayor impacto sostenible y ecológico.
En 2016, la organización premios latinoamérica verde ubicó a mamut entre las 10 empresas de mayor impacto ambiental y social de américa latina en los últimos años.
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