Los combos, taladros, amoladoras y explosivos que puedan usar los ladrones se rinden ante los muebles de seguridad de la Fábrica Nacional de Cajas Fuertes CASE, que desde 1983 construye estos productos para proteger los valores de bancos, empresas y personas particulares.
“Somos una familia que se dedica a la seguridad. El que tuvo la idea de traer” este tipo de productos de “seguridad a Bolivia fue mi padre, Antonio Ayaviri. Luego hemos continuado” con el negocio “sus 18 hijos”, cuenta con orgullo Martín Ayaviri, gerente general de CASE Bolivia. Antes de ese año, se vendían en el país cajas fuertes hechas en países vecinos y de industria americana y europea.
La empresa, que nació con el nombre de Cajas Ayaviri de Seguridad Especial, fabrica actualmente cofres digitales, personales, de pie, de empotrar, de escritorio y los tipo buzón, casillero y llavero, además de baúles de seguridad para autos y puertas para bóvedas y para la protección de los inmuebles. “Le damos asesoramiento técnico a quienes quieran asegurar su clóset o la puerta de su casa para salir tranquilos del hogar (...). Podemos asegurar cualquier lugar. No hay algo que no podamos blindar”, subraya el ejecutivo, quien también se pone el overol para fabricar cualquiera de estos productos.
Ensamblado. El material principal para la construcción de estos depósitos son las placas de acero blindado de diferente espesor, alrededor de las cuales se van sumando la puerta, el mecanismo de bloqueo y el sistema de cierre múltiple, entre otros elementos. “Por dentro es como un sándwich. Se colocan las piezas necesarias para que la caja soporte taladros, cortes, fuego, golpes y otros ataques”, indica Ayaviri.
César Paredes, cerrajero experto en cajas fuertes especializado en Argentina, comenta que lo más complicado de construir un cofre de seguridad es el mecanismo de apertura y cierre. “El más difícil que hice fue uno” con sistema “de triple blindaje para un banco boliviano”, recuerda.
“En cuanto a dispositivos complementarios, CASE utiliza sistemas americanos y españoles de manejo dual (de dos claves de diferentes usuarios) y de retardo para controlar el tiempo de apertura”, explica Ayaviri. El precio de una caja de caudales depende de su tamaño y complejidad y puede oscilar entre los $us 50 y 15.000. Una puerta de bóveda puede costar más de $us 17.000.
El peso también es un indicador de mayor o menor seguridad. “Para que no se las lleven fácilmente, pueden llegar a tener 1,5 toneladas”, detalla el empresario.
Los clientes de la proveedora de seguridad son bancos, mutuales, casas de cambio y empresas que manejan grandes volúmenes de dinero.
CASE cuenta con oficinas propias y fábricas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz y llega con distribuidores a Sucre, Oruro y Tarija. En la sede de gobierno, el taller se encuentra en la calle Illimani y tiene tres ambientes: una tienda en la que se exhiben los productos, una sala de soldadura en la que los destellos de luz son constantes por el trabajo ahí realizado y un espacio en el patio para el ensamblado y el pintado.
Los pedidos se entregan en “al menos 10 días hábiles”, dice Andrés Ayaviri, gerente administrativo del negocio. “Si las tenemos en stock, podemos sacar tres o cuatro diarias”.
Para garantizar la calidad de su oferta, Martín Ayaviri fue a Chile, Argentina, Brasil y Ecuador y así especializarse en este tipo de productos y “para estar a la vanguardia y al tanto sobre las nuevas tendencias en cuanto a lo accesorios, claves y llaves, porque los modelos de blindaje se mantienen en el tiempo”.
Paredes agrega que en la actualidad la tendencia en el negocio de cajas fuertes es incorporar claves con dispositivos electrónicos y sistemas con apertura retardada que solamente se abren en horas programadas.
“Por disposición de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero, todos los bancos se modernizan con estos sistemas”, sostiene.
“Algunos” de los cofres de CASE “pueden tener químicos para evitar los robos, porque así lo piden los clientes”, expresa Martín Ayaviri.
Blindaje. La fabricación de este tipo de productos por 34 años le ha dado a la empresa una gran experiencia técnica, rica en anécdotas.
Una de las cajas de la empresa que fue adquirida por un orfebre evitó el robo de $us 50.000 en joyas, pese a que “los amigos de lo ajeno” trabajaron a “combazo limpio” para forzarla. “El dueño me agradeció y me pidió que la reparemos. Lo hicimos con gusto y también la mejoramos en seguridad”, relata Martín A.
Otro hecho curioso fue cuando una mujer llevó al taller un cofre de seguridad que no podía abrir. “La dejó, pero se perdió un año. La caja estaba botada y empolvada, no podíamos abrirla sin su presencia. Al final volvió junto a su pareja y abrió la caja. Fue una sorpresa ver tantas joyas de oro y billetes”, cuenta.
Otro producto de los Ayaviri con historia es la caja fuerte que vendieron al político y comunicador Carlos Palenque, quien murió en 1997. “Cuando él falleció, tarde dos días en abrirla”, porque “era muy segura y no recordaba cómo la había fabricado”.
Para dar el servicio de apertura de cajas, la empresa pide todos los datos de la persona que lleva el producto.
“Tenemos cuidado para realizar ese trabajo”, sostiene el ejecutivo.
Ubicación y tiempo de entrega
Contacto
Las oficinas de CASE están en la Av. Illimani 1.654 (Miraflores). Su número es el 2200552.
Tiempo
La empresa entrega productos con diseños personalizados en un tiempo de entre 10 días y un mes.
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