Con sus uniformes y barbijos los 150 empleados de la industria que este año celebró sus bodas de oro retiraron maquinaria, documentación y la materia prima con la que trabajaban. Ahoras se trasladaron a otras instalaciones situadas en la avenida Villazón.
Tristeza e incertidumbre es lo que invade a los trabajadores que dejaron de producir y se dedicaron al traslado de sus equipos bajo la mirada vigilante de una veintena de policías que hacen cumplir el desalojo por parte de un nuevo propietario del terreno desde el miércoles.
La empresa atraviesa una de sus peores crisis, dice el gerente Javier Artero, mientras se sacude el polvo de la ropa, en una de las oficinas en las que funcionaba la parte administrativa y ventas.
Artero jamás imaginó que la crisis que la industria sufrió en 2003, debido a las bajas ventas que tuvo, iba a crearles dificultades económicas 13 años después.
En ese entonces, la empresa redujo sus ventas en más del 30 por ciento y eso les impidió cumplir con sus obligaciones con el banco. Años antes habían sacado un préstamo para la compra de máquinas y otros gastos de funcionamiento.
“Ante la falta de pago, los prestamistas cobraron una de sus primeras prendas o garantías con la que ya saldábamos la deuda”, señala.
Añade que no conforme con ello, la financiera pidió fianzas adicionales. Fue por eso que la hipoteca de los terrenos donde se situaba el taller principal, que tienen una superficie de 2.600 metros cuadrados fue rematado.
El precio por el que se otorgó ese predio a un nuevo dueño fue irreal, según Artero. El terreno está valuado en aproximadamente 1.8 millones de dólares, pero lo entregaron a un nuevo propietario en 500 mil, que es el que pidió la toma de posesión del terreno el viernes.
La familia Artero mantuvo un litigio durante 10 años por esa propiedad y su caso todavía no tuvo respuesta de parte del Tribunal Constitucional.
“El banco cobró la primera prenda y estaba en su derecho, pero lo que no podía hacer era avanzar con otras hipotecas. Eso lo hemos apelado y creemos que la justicia nos va a dar la razón. Tenemos fe de que todo esto se revierta”.
Mientras tanto FEMCO no puede funcionar, los pedidos que el gerente no pudo cuantificar tendrán que esperar, aunque afirman levantarse nuevamente en un par de semanas. Su mayor problema es la falta de infraestructura para su funcionamiento.
PIONERA Si de metalurgia se trata FEMCO es un referente cochabambino y nacional.
El emprendimiento familiar fundado en 1965 por Raúl Artero Ardaya fue el primero del departamento en apostar por este rubro.
La experiencia que su creador tuvo durante 11 años de trabajo en Estados Unidos en metalurgia lo impulsó a hacer industria en Bolivia. Pese a que tenía todo en el país del norte decidió retornar a Bolivia con un par de máquinas y la idea de hacer productos metálicos e iluminación.
La industria se fundó con un capital de 50 mil dólares.
En ese tiempo no había mano de obra calificada y se capacitó al personal. Se inició con unos 25 obreros.
Actualmente la fábrica tiene 150 empleados y ha pasado a la administración de los hijos de Raúl Artero; Pablo, Raúl y Javier.
Su fundador, un exitoso emprendedor fue también presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba.
51 años
La empresa FEMCO tiene 51 años de trabajo.
Es la primera metal mecánica que se fundó en la Llajta.
Datos
Productos
FEMCO fabrica todo tipo de materiales de metal. Desde escritorios, casilleros y estantes hasta lámparas decorativas para casas e industrias.
Entre sus principales clientes están la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (ELFEC) y la Compañía de Servicios Públicos de Electricidad (CREE) para quienes realizan piezas metálicas especiales.
Tiene más de 2.000 variedades de productos.
Producción
Por año FEMCO ha producido miles de piezas metálicas. Estas han sido usadas en obras como el Hospital Elizabeth Setón, el Hospital Petrolero en Santa Cruz, el edificio del Banco Central y el Palacio de Comunicaciones en La Paz entre otros.
En todo el país
Los productos de FEMCO están presentes en todo el país con agencias y representaciones incluso en municipios intermedios. Reciben trabajos de los nueve departamentos.
Instalaciones
La empresa se situó inicialmente en la calle General Achá y Tumusla. Pero, la amplia demanda de los productos hizo que con el paso de los años se requiera de una planta más grande, por lo que se instalaron en la avenida Villazón. Posteriormente se trasladaron a la avenida Beijing y D´orbigni.
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