Obreros toman Jefatura de Trabajo por despidos en una curtiembre

Los obreros de la curtiembre Tanner América tomaron ayer las oficinas de la Jefatura Departamental de Trabajo exigiendo la reincorporación de 55 trabajadores que, según ellos, fueron despedidos ilegalmente.

Según el secretario general del Sindicato de Trabajadores Tanner Bolivia, Ángel Bascopé, la empresa despidió de manera “ilegal” a 55 obreros que cobraron sus finiquitos “bajo presión” ante policías.

Alrededor de 50 obreros, acompañados por dirigentes de la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles y de la Central Obrera Departamental (COD), ingresaron ayer a las oficinas de la Jefatura de Trabajo y cerraron los ingresos por más de cuatro horas.

La toma inició cerca al mediodía, pero horas más tarde se acordó una audiencia de conciliación para las 14:30 de hoy en esa misma oficina y con la presencia de los empleadores.

El ejecutivo de los fabriles de Cochabamba, Mario Céspedes, dijo que no permitirán que el sector privado actúe en contra de los derechos laborales de los trabajadores. “Aquí no estamos en Enatex, estamos en Cochabamba y los fabriles nos vamos a hacer respetar”, aseveró.

Céspedes ratificó que el despido es “ilegal” porque la empresa no siguió los procedimientos para declararse en quiebra, si ése fuera el motivo de los despidos.

Por su parte, Bascopé explicó que en febrero de 2016 los trabajadores ganaron un laudo arbitral para acceder a una categoría salarial y el bono de producción, pero la empresa no cumplió en el plazo establecido.

Por esa razón, los trabajadores pararon por 47 días, paro que fue declarado legal; pero, según Bascopé, la empresa asumió la medida de presión como un golpe a su economía.

Según el director regional de la Jefatura Departamental de Trabajo, Vladimir Villarroel, se intervino en siete oportunidades en el conflicto a través de audiencias de conciliación y sólo en cinco se presentaron ambas partes.

Céspedes afirmó que Villarroel actuó en favor de la empresa y que no asesoró a los trabajadores al conocer los despidos, por lo que exigió su renuncia y la presencia de autoridades del Ministerio de Trabajo.

Villarroel sostuvo que no incurrió en ningún acto ilegal por lo que no existe un motivo para presentar su renuncia.

Respecto a los despidos afirmó que tomó conocimiento de lo ocurrido el viernes y citó a los trabajadores para ayer en la mañana a una reunión a la que no asistieron.