Según los datos el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en 2010 se exportaron productos de madera por un valor superior a los 118 millones de dólares, mientras que la importación fue de 28 millones. En tanto, en 2014, se exportaron 60 millones de dólares y las importaciones fueron de 67 millones.
La Cámara Forestal de Bolivia (CFB) maneja cifras similares. El gerente de esta entidad, Jorge Ávila, indicó que, en madera y sus manufacturas, en 2010 se importaron 17 millones de dólares y se exportaron 120 millones, mientras que en 2014 entraron al país productos por 71 millones de dólares, pero salió el equivalente a sólo 65 millones.
Según Ávila, todo esto se debe a la burocracia de trámites para permisos. "Hubo una equivocada administración del ente regulador. El sector estaba comenzando a sufrir una crisis en sus mercados de exportación y la ABT (Autoridad de Bosques y Tierras) no supo enfrentar de manera adecuada esa crisis y más bien hundió el rubro".
De los 65 millones de dólares por valor de exportación, el 60 por ciento corresponde a productos terminados y el 40 por ciento restante a semiterminados, según Ávila.
Crisis
Los principales problemas que el sector productor forestal enfrenta son la carencia de combustible, la falta de créditos con denominación específica y la reducción de los trámites burocráticos ante la ABT.
La gerente de la Cámara Forestal de Cochabamba, Rosario Rojas, indica que existe falta de seguridad jurídica para la inversión privada, aunque puntualiza que el problema más "grave" que identifica su sector es la falta de concesiones forestales.
"Cochabamba no cuenta con concesiones, por lo que el aprovechamiento forestal se realiza en propiedades privadas de colonos, también en TCO (Tierras Comunitarias de Origen), por lo que las exigencias son altas", añade por escrito en respuesta a este medio.
En tanto, Ávila explica que el sector necesita que el Gobierno abastezca su demanda de combustible de nueve millones de litros al mes para asegurar la producción forestal.
Producción
Bolivia cuenta con nueve millones de hectáreas, cuya producción, en 2014, alcanzó a 1,7 millones de metros cúbicos. Del total producido, sólo el 20 por ciento corresponde a empresas privadas y el 80 por ciento a comunidades indígenas, campesinas y agrupaciones sociales del lugar.
Ávila explica que hasta antes de la crisis el sector generaba 90 mil empleos directos, que actualmente disminuyeron en un 18 a 20 por ciento, “al margen de que se han cerrado muchas unidades productivas, micro, pequeñas y grandes”.
En el departamento, existen alrededor de 732 empresas que se dedican a la producción forestal y cuentan con registro en la ABT. Hasta la fecha, existen 447.629 árboles registrados para el trabajo maderero.
Según datos proporcionados por la ABT regional, la superficie con plantaciones existente en la zona interandina asciende a 23 mil hectáreas (reforestadas con especies de pino eucalipto en su gran mayoría), la que en la actualidad se halla en proceso de aprovechamiento y abasteciendo de materia prima para la elaboración de muebles y subproductos para mercado de Cochabamba, La Paz y Oruro.
La actividad forestal del departamento aglutina a más de nueve municipios. En su informe, la ABT indica que la zona interandina del departamento es la que cuenta con mayor actividad forestal por la reforestación que se desarrolló en el lugar.
Focos de calor
Según la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), hasta agosto de 2015, las áreas de producción forestal permanente ocupan el segundo lugar en la lista de mayores registros de focos de calor, con 880 casos. La cifra representa el 22 por ciento del total.
El primer lugar fue ocupado por los ganaderos que reportaron 1.864 casos, lo que representa el 46 por ciento del total de focos de incendio registrados en ese periodo.
ÉSTAS Y OTRAS DEMANDAS SERÁN DISCUTIDAS EN UNA CUMBRE ANUNCIADA PARA ESTE MES
Empresarios piden subir las hectáreas de manejo forestal de 9 a 20 millones
El sector forestal pretende incrementar en 11 millones de hectáreas su actual superficie de manejo forestal; es decir, de nueve a 20 millones, hasta 2025, y producir al menos 10 millones de metros cúbicos anuales con un valor de venta de 1.400 millones de dólares.
“¿Se imagina esos ingresos para el país? A eso tenemos que agregar los efectos multiplicadores de la economía, empleo, transportes y servicios”, explicó el presidente de la Cámara Boliviana Forestal (CBF), Jorge Ávila.
Desburocratizar los procesos productivos, proveer de manera suficiente y oportuna de diésel, generar financiamiento para el sector e incorporar actualizaciones tecnológicas, son las condicionantes que, según Ávila, pueden coadyuvar a alcanzar ese objetivo.
Cumbre
El Gobierno anunció la realización de la cumbre forestal para septiembre con grandes posibilidades de que este evento se realice en Cochabamba. Este encuentro pretende mejorar la gestión de bosques y tratar los problemas por los que atraviesa el sector maderero.
Según la gerente de la Cámara Forestal de Cochabamba, Rosario Rojas, su sector aún analiza las propuestas que presentará en la cumbre forestal, pero aseguró que propondrá estrategias para la seguridad jurídica y para incentivar a las empresas a invertir.
En anteriores declaraciones, el director general de Manejo de Bosques de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Víctor Yujra, explicó que la cumbre será el punto culminante de un “pacto social por los bosques”, que impulsa su institución a nivel nacional en la que participarán todos los sectores involucrados en la cadena de la producción y exportación forestal.
Entre los puntos que se prevén analizar en la cumbre figuran el rezago tecnológico en el que se encuentra sumido el sector forestal, lo que no les permite tener niveles altos de productividad.
Ávila interpretó que hace falta potenciar la relación con las comunidades y la empresa, por lo que su sector pudo elaborar propuestas para potenciar dichas relaciones y las presentará en el encuentro.
En la cumbre forestal también se pretende desarrollar normativas para favorecer al sector forestal, similares a las de la Cumbre del Agro, según Yujra. "Creemos que de esta cumbre va a salir una política de Estado, que se va a instrumentalizar a través de una ley", afirmó Ávila a tiempo de precisar que no se presentará ningún proyecto de ley.
Pacto social en cuatro fases
El pacto social pretende desarrollarse en cuatro fases.
La primera consiste en la realización de giras de información técnica por parte de un grupo multisectorial boliviano a países, como Chile, Guatemala, Perú y Brasil.
La segunda fase comprende la firma de acuerdos colectivos e interinstitucionales con iniciativas de representantes de toda la cadena forestal, la realización de la cumbre forestal en noviembre y un foro internacional forestal.
Los participantes de cada fase del proceso pertenecen a todas las organizaciones sociales, entidades públicas y privadas cuya actividad se relaciona al manejo de bosques.
ANÁLISIS
Alicia Tejada. Investigadora del IBCE
Hace falta políticas de gobierno
En Bolivia, el sector forestal plantea grandes posibilidades para la economía si el gobierno invierte aproximadamente un millón de dólares en el gran salto que debe darse pasando de ser productor de materia prima a las industrias forestales con valor agregado.
Se estima que produciendo en 20 millones de hectáreas de bosques nativos se puede llegar a generar un ingreso bruto de 2.630 millones de dólares, similar al ingreso actual por hidrocarburos.
Fue en este sentido y bajo estos presupuestos que, a fines de los 60, se constituyeron las Reservas Forestales de Bolivia, no para preservación, sino como los principales polos de desarrollo de la economía forestal, por los volúmenes de riqueza forestal maderable en esos bosques.
De modo que cuando se habla de ampliar la producción forestal por lo menos a 10 millones de hectáreas más de las que actualmente están bajo manejo y gestión forestal alcanzando los 20 millones en los próximos cinco años, también se tiene que hablar de ampliar la visión desde las tres instancias del gobierno a las potencialidades de bosques manejados y con economías sustentables (ciclo de producción de 40 a 50 años), pero que no van a salir de los bajos niveles de productividad actual sin inversiones en tecnología, investigación y apertura de mercados.
Bolivia produce actualmente algo más de un 1 millón de metros cúbicos de madera, de los cuales sólo 400 mil se exportan.
Lo demás se queda en el mercado nacional, donde compite con productos importados principalmente desde Brasil, que tiene productos con precios aún más bajos.
Por eso, no hay otra forma de sacar al sector de la crisis en la que está que no sea una política de Estado en las que se dé soluciones a problemas de mercado, tecnología, investigación e industrialización.
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