martes, 28 de mayo de 2013

Tiki, una pequeña gran empresa diversificada

Ángel Borja, empresario nacido en Santa Cruz, que ya vive hace más de 30 años en Cochabamba, es dueño de cinco empresas, cuyo capital inicial dice que fueron 10 bolivianos, lo que podría equivaler a 100 bolivianos de los de hoy.

Cansado de trabajar para los demás y con la mirada fija en desarrollar un negocio, Borja probó con varios negocios. Vendió tucumanas, cal y otros productos hasta que incursionó en la venta de salteñas en las calles de Tiquipaya.

"Caminaba con una charola con unas 30 salteñas. En Tiquipaya todos me conocen porque saben cómo he empezado mi negocio", señala.

Borja hoy es dueño de cinco empresas, la más importante y grande es salteñería Tiki, en homenaje a Tiquipaya, con 14 sucursales en Cercado, Tiquipaya, Colcapirhua, Vinto, así como en los departamentos de Tarija y Potosí.

Cada día, en su centro de producción ubicado en la Av. Blanco Galindo elaboran 2.600 salteñas que son conservadas en dos cámaras de frío para después distribuir en sus sucursales. En esta unidad laboral trabajan 25 personas que se encargan de rellenar la masa y repulgar las salteñas.

Asimismo, tiene un medio de comunicación que sale al aire como canal 29, dirigido para la zona de Quillacollo. En esta unidad trabajan alrededor de ocho personas, algunos meses menos y otros más, dependiendo de la programación.

Borja también es dueño del supermercado Zas, ubicado también en la carretera a Quillacollo.

Por otro lado, tiene un planta de agua donde vende agua embotellada en botellones de 20 litros. También utiliza el agua para hacer un jugo con fruta de la estación para acompañar a las salteñas.

El empresario también hace helados y los vende en empaques de un kilo, llamados Tiuka y, por si fuera poco, fabrica embutidos de chorizo parrillero de pollo y cerdo con una receta especial.

Angel Borja tiene cuatro hijos, de 30, 28, 23 y 18 años. Nació en Santa Cruz, se crió en Potosí y vive desde hace más de 30 años en Cochabamba.

Es técnico en lechería y maestro rural, dos profesiones que según él le daban tan poco que no alcanzaba para su sustento.

Recuerda que cuando comenzó su negocio de venta de salteñas, tenía que levantarse a las cuatro de la mañana para ofrecer su producto.

"Para mi es un orgullo haber logrado lo que hice en Cochabamba, la tierra donde la gente es muy exigente para la comida. He venido a pelear en un mercado donde la comida es rica, la variedad es infinita y los comensales son muy exigentes", señala.

Borja recomienda a las autodades departamentales impulsar el turismo, porque ésa es la mejor manera de crear un movimiento económico en la región. "La gastronomía es el fuerte de Cochabamba y la apuesta debe ser para resaltar al sector", dijo.

Asimismo señala que en Cochabamba el local no hace a la comida y que la mejor comida puede estar siendo vendida por una señora que vende debajo de una llantucha.

En cuanto a qué recomienda para los que quieran empezar un negocio, dijo que sean perseverantes. "Uno siempre tiene que tener claro hacia dónde uno quiere llegar. "Uno nunca pierde el tiempo ni plata cuando prueba algo. Cuando se comienza un negocio, lo más difícil es sostenerlo. El comenzar es fácil, el sostenerlo es muy difícil. "Por ejemplo, ahora estoy probando una especia de la receta de la salteña que producimos. Estamos haciendo pruebas y espero que my pronto podamos tomar una decisión. Siempre hay que pensar que se puede mejorar, indica.



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