La donación fue posible gracias a los clientes de la cadena de Farmacias Bolivia que renunciaron a recibir el cambio por su compra para ayudar a los niños quemados. “Sabemos que no es mucho, pero queríamos aportar con nuestro granito de arena”, dijo el gerente regional de Farmacias Bolivia, Juan Carlos Fernández.
Los niños en proceso de recuperación agradecieron la colaboración de las farmacias y los clientes. El director del Pabellón de Quemados, Óscar Romero, expresó que los recursos serán para comprar vendas, pero, especialmente albúmina humana, un medicamento esencial para las heridas.
“El paciente quemado es el más caro del mundo. Sólo en una persona se utilizan hasta 20 paquetes de albúmina y cada uno cuesta unos 1.000 bolivianos. A ello se suman todos los tratamientos de fisioterapia y demás para las secuelas”, dijo.
El Pabellón del Quemados del Hospital del Niño se halla en estado crítico. Muchos de sus equipos son obsoletos, existe hacinamiento y carencia de recursos humanos.
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