Desde entonces la balanza comercial con el bloque fue deficitaria. A la progresiva rebaja de aranceles para la exportación nacional se toparon con la creación de distintas barreras paraarancelarias que desmotivaron a los exportadores.
En el caso de Brasil, los problemas se dieron con los almacenes aduaneros privados.
Particularmente en la coordinación de horarios y cobros excesivos por almacenamiento para cargas con destino al Brasil, se detectó el desconocimiento de las autoridades sanitarias de las certificaciones sanitarias bolivianas, obstaculizando el ingreso de productos alimenticios, obligando a su refumigación.
Las exigencias fitosanitarias frenaron las exportaciones de palmitos en conserva.
En el caso de Argentina, los controles fitosanitarios impiden la venta de las frutas que se producen en el país, salvo la banana. Recientemente el permiso que deben obtener los empresarios argentinos para importar es una traba para exportar.
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