1
No firmar un acuerdo válido entre las partes
Con la proliferación de las comunicaciones a través de internet y pedidos en ferias, muchas veces los compradores olvidan formalizar correctamente un acuerdo. Cada vez es más común encontrar ofertas, proformas y aceptaciones escaneadas sin firmar o sellar. En caso de incumplimiento, del proveedor, sin un contrato validamente formalizado será difícil reclamar daños y perjuicios ante un juzgado o tribunal arbitral. Es importante formalizar un contrato que esté firmado y sellado por ambas partes (el sello de la empresa, o company chop, es muy importante en China) que contenga términos esenciales.
2
No indagar al proveedor antes de realizar el pedido
Muchas compañías ofrecen productos y plazos de producción que no pueden cumplir, únicamente para cerrar el acuerdo rápido, y pensando que luego buscarán la forma de hacerlo. En ocasiones el proveedor resulta que no contaba con tecnología, materiales o número de trabajadores para proveer lo solicitado en las condiciones acordadas; a veces incluso no tenían ni siquiera una fábrica. Ello conlleva retrasos en la entrega, defectos en los productos o, en el peor de los casos, que incumplan la entrega. Es recomendable visitar la fábrica o contratar a un tercero para que inspeccione la fábrica.
3
Dar poder al proveedor con la forma de pago
Acordar un pago único y por anticipado sitúa al proveedor en una situación privilegiada y sin incentivos para cumplir con lo acordado. El método más seguro es un crédito documentario (letter of credit), no obstante, no todos los empresarios chinos aceptan dicha forma de pago, por lo que es recomendable fraccionar el pago. Un 30% al inicio de la producción y un 70% a la entrega de la mercancía.
4
No controlar la calidad de la mercancía en fábrica
Una vez llega la mercancía a Bolivia, es difícil y costoso devolverla a China, y en algunos casos, el proveedor se desentiende de los problemas y ‘desaparece’ pensando que el comprador está al otro lado del mundo y no va a ir a China a reclamar. Hay muchas empresas, incluso multinacionales, que prestan servicios de control de calidad en origen, a precios competitivos, que pueden ahorrar disgustos.
5
Dar diseños y propiedad intelectual sin protección
Los chinos tienen mucho arte copiando. En la China de hoy se sigue copiando y mejorando productos y diseños extranjeros y, en la práctica, es difícil defenderse completamente de las violaciones de derechos de propiedad intelectual. No obstante, una empresa que quiera fabricar un producto innovador en China siempre está mejor protegidos si registra el diseño y la patente o, por lo menos, firma un pacto de confidencialidad con el productor, que incluya cláusulas penales por incumplimiento.
6
No informarse sobre el transporte logístico y los requisitos de importación
No estar familiarizado con los conceptos básicos del transporte internacional, como los Incoterms, o las tasas y aranceles aplicables en Bolivia a los productos solicitados procedentes de China implica casi siempre un incremento imprevisto y considerable en los costes y puede hacer que comprar en China no resulte tan atractivo. Es importante pedir información a tu empresa de logística (forwarder) o a la Aduana nacional con anterioridad
7
No recoger características del producto por escrito
Una vez realizado el pedido bajo la creencia que el proveedor había entendido tus necesidades a la perfección, el producto que llega a Bolivia no tiene la calidad solicitada, está hecho de otro material, tiene otras dimensiones, etc. Dejar constancia escrita de las características del producto solicitado reduce los márgenes de error y permite acreditar luego lo que efectivamente se encargó.
8
No hacer Guanxi con personas de la empresa
Es muy importante desarrollar el Guanxi (círculo de relaciones personales). A veces se malgasta tiempo con personas que no tienen poder de decisión dentro de la empresa y que llegado el momento no pueden ayudar a intentar influir en las decisiones de la empresa china
No hay comentarios.:
Publicar un comentario