"Lo del Ministro es algo torpe. Desde hace nueve años, este Gobierno ha estado continuamente desalentando al sector privado. Este no es un tema que se resuelva con advertencias, ni con calificativos. El empresario vela su capital y si no hay condiciones, obviamente, no va arriesgar", precisa el economista Roberto Laserna de la Fundación Milenio.
Pedido de confianza. Guillermo Pou Mont, Presidente de la Camara Nacional de Exportadores de Bolivia, desestimó entrar en polémica con el Ministro Arce. Sin embargo, puntualizó que la construcción del país tiene mucho que ver con el aporte privado. "Yo no conozco en detalle lo que dijo el Ministro, pero lo que sí queda claro es que este país también lo hemos construido los empresarios y eso lo tienen que reconocer todos", responde.
Por su parte, el economista Carlos Schlink señaló que si bien la inversión pública hoy representa mayor volumen, pero el que más genera empleo es el sector privado y con una inversión tangible y efectiva. "Fácil es decir inviertan, pero ellos no ayudan. No hay seguridad jurídica, no hay oportunidades para invertir. Desde 2008, el Gobierno ha llevado una política de nacionalizaciones, eso crea incertidumbre", precisa.
Mejores condiciones. Para Armando Méndez, economista, lo dicho por Arce es totalmente desafortunado, más cuando el sector privado clama por mejores condiciones para crecer y abrir nuevas oportunidades. "El empresario solo va a crecer si el Estado le brinda reglas claras para que su inversión crezca. Todo país crece gracias a la inversión privada", finaliza.
Situaciones
Los empresarios dan batalla a las trabas
Normativas. Según analistas, en los últimos años el Gobierno en lugar de incentivar, ha creado normas restrictivas y falta de incentivos a las inversiones. Citan como ejemplo la Ley Azucarera 307 para ampliar la producción, como también la exportación se debe pedir autorización expresa del Gobierno. Eso es calificado como restrictivo para las inversiones.
Gobierno. Según el Gobierno, la inversión total en el país para 2015 llegará a un 22% del PIB nominal, pero la inyección pública concentrará el 15%, dejando al empresariado privado nacional solo un 7% de participación. Sin embargo, se cita que el sector privado genera el 80% de los empleos existentes.
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