“Tiene que quedar claro que los empresarios, por naturaleza, no retaceamos nuestra inversión; pero ante la actual situación, la aspiración es invertir igual que el año pasado, decir más sería especular”, señaló.
El presidente de la Cámara de Exportadores de Bolivia (Caneb), Guillermo Poumont coincidió con Nostas en que, más allá de las perspectivas de inversión que tengan los empresarios, es preciso que se construya un entorno adecuado.
Mientras que el presidente de la Cámara Departamental de Comercio de Cochabamba, Aldo Vacaflores, añadió que la caída del precio internacional del petróleo generó un clima de prudencia para las inversiones y el empresario será más cauteloso.
Nostas dijo que “debe haber algo que está fallando y no permite que la inversión fluya y pasa por una relativa desconfianza hacia algunas cosas que están sucediendo. El Gobierno tiene que responder para generar un clima adecuado”.
Señaló que es preciso que los sectores empresariales se “sinceren” y el Gobierno escuche la problemática sectorial y sus visiones de por qué no está fluyendo la inversión para luego, conjuntamente, definir qué están dispuestos a hacer.
“El empresario no pone tope a su inversión, sino que invierte en función a las condiciones del mercado y al clima. (Invertir) no es responsabilidad nuestra ni exclusiva”, dijo Nostas.
Poumont añadió que la Caneb ya hizo un planteamiento para mejorar el entorno y propone resolver los problemas tributarios, burocráticos, financieros, laborales y de acceso a mercados. “Deben manejarse de manera integral, sobre todo para el crecimiento del sector manufacturero”, señaló.
Vacaflores añadió que la seguridad jurídica es una de las principales garantías que reclama el sector privado.
Según un estudio de la Cámara Nacional de Comercio, presentado en 2014, la inversión privada mínima requerida es de 8.887 millones de dólares y, en el mejor de los escenarios, se debería llegar a invertir 17.217 millones anuales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario