El cargamento que lleva la marca boliviana Maxam-Fanexa está conformado por dinamita, detonadores, eléctricos y no eléctricos, cordones detonantes, guía o mecha de seguridad, fulminantes, cargas sísmicas de pentolita y anfo, que son muy demandados por las industrias de la construcción, la minería y exploración petrolera a nivel nacional y mundial, sostuvo José Rodríguez, gerente comercial en Cochabamba y jefe de Ventas a nivel nacional.
La fábrica de explosivos Maxam-Fanexa, emplazada sobre mil metros cuadrados en el municipio de Santiváñez, con aproximadamente 350 trabajadores en planilla, registra ingresos mensuales que bordean los 25 millones de bolivianos por la producción y comercialización de 875 toneladas de material explosivo. Rodríguez informó que el 70 por ciento de la producción mensual se comercializa en el país y el 30 por ciento restante en el extranjero, mediante Maxam Internacional, un grupo empresarial líder en la fabricación y comercialización de explosivos, con presencia en más de 40 mercados de la comunidad económica europea.
A nivel nacional, el 90 por ciento de las alcaldías, gobernaciones, empresas mineras, constructoras y petroleras utilizan explosivos de Maxam-Fanexa en la apertura y mejoramiento de caminos, voladura a cielo abierto, el interior de las minas, obras civiles, construcción de represas y canales de riego, explotación de canteras y exploración petrolera, entre otros, con asesoramiento técnico y capacitación de la empresa de explosivos.
Rodríguez comentó que en Cochabamba hace 40 años había dos minas (Kami y Asientos) que requerían explosivos para la explotación de complejos de plomo plata y zinc; y que ahora operan más de 40 cooperativas mineras, asentadas entre Mizque y el Norte de Potosí, dedicadas a la extracción de un abanico de minerales.
El Gerente advirtió, sin embargo, que la importación de materia prima, fundamentalmente nitratos, que no se fabrican en Bolivia y provienen de Europa, podría representar, en el tiempo, alguna dificultad en los niveles de producción y exportación de explosivos.
La sociedad con Maxam Internacional permitió a Fanexa incorporar moderna tecnología, mejorar sus procesos productivos, ampliar infraestructura, renovar periódicamente tecnología y desarrollar un nuevo estilo de gestión, que la llevaron a liderar la producción de explosivos a nivel nacional.
En Bolivia, según Rodríguez, la empresa de explosivos atiende a la gran minería y, entre otros, tiene como clientes a San Cristóbal y Sinchi Wayra, a la minería privada y a las cooperativas mineras que operan principalmente en el occidente del país.
“Trabajamos de manera muy estrecha con nuestros clientes porque nuestra filosofía no sólo es fabricar explosivos, sino estar cerca de ellos para apoyarlos con nuestra experiencia”, sostuvo.
La primera empresa boliviana fabricante de explosivos, con materiales importados en 80 por ciento, cuenta con la norma internacional ISO 9001:2008, que garantiza la calidad de sus productos y con las ISO 14001:2004 y OSHAS 18001:2007, que garantizan seguridad, prevención de riesgos y medio ambiente.
Una transformación pujante
Maxam-Fanexa es una sociedad anónima mixta conformada a mediados de 1999 para la fabricación, comercialización y distribución de materiales explosivos en Bolivia.
La principal industria boliviana de explosivos está conformada por Maxam Internacional de la Unión Española de Explosivos (UEE) y la Fábrica Nacional de Explosivos (Fanexa), dependiente de la Corporación de las Fuerzas Amadas parta el Desarrollo Nacional (Cofadena).
Hasta 1999, la Fanexa producía alrededor de 145 toneladas mensuales de dinamita, fulminante y mecha de seguridad exclusivamente para las empresas de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
A partir de 1999, incorpora nuevos productos e incrementa la producción hasta un promedio mensual de 875 toneladas.
Tiene dos plantas de producción, una en Santiváñez y otra en Oruro, esta última dedicada a la fabricación de anfo, una mezcla de nitrato de amonio y un combustible derivado del petróleo.
SERVICIOS
Capacitación técnica y asistencia
Todos los trabajadores de planta y gerencias operativas de las empresas mineras, de construcción y petroleras, que adquieren explosivos de Maxam-Fanexa, reciben asistencia técnica y capacitación en el uso de explosivos de parte del equipo técnico de la empresa.
Son cursos o talleres, donde los trabajadores de estas empresas reciben abundante información para que el manejo de explosivos sea más seguro y eficiente, y se reduzca al mínimo todo riesgo de accidente, sostuvo Rodríguez.
Señaló que aparte de ser fabricantes y vendedores de explosivos, lo que le interesa a su empresa es que sus clientes usen de manera eficiente y segura los explosivos.
“Se organizan este tipo de jornadas para concienciar a los usuarios, para que tengan un uso más seguro (de los explosivos), pero al mismo tiempo se actualizan conocimientos sobre últimos productos y avance tecnológico en el mundo, para que en un futuro puedan ser utilizados en el país”, sostuvo.
Agregó que la asistencia técnica y capacitación va "casadita" a la venta de material explosivo.
DISTINCIÓN
Recibió medalla al Mérito Exportador
Por decimocuarto año consecutivo, la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco) distinguió a la empresa Maxam-Fanexa con la medalla de plata “Al Mérito Exportador” en el rubro de industria química y derivados.
Las distinciones fueron entregadas en reconocimiento al mayor crecimiento en exportaciones con valor relativo y por haber alcanzado niveles de competitividad industria, que garantizan la comercialización de sus productos en el extranjero.
El gerente de Comercialización, José Rodríguez, comentó que este año se trabaja para merecer la medalla de oro al Mérito Exportador, debido a que Maxam-Fanexa mejoró sus procesos productivos, introdujo tecnología y al primer semestre de 2014, las exportaciones alcanzan 5.220 toneladas de explosivos.
Rodríguez advirtió, sin embargo, que el contrabando de explosivos procedente de Perú, por su dudosa calidad, representa un alto riesgo de accidentes en los trabajos de voladura que realizan las industrias mineras, de la construcción y exploración petrolera.
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