Herrera empezó de abajo, como él mismo dice, estudió Química Industrial en la Uagrm (a nivel técnico), luego trabajó en diferentes empresas, se estabilizó y continuó estudiando hasta llegar a ser ingeniero industrial.
Por vivencia propia y por lo que ocurre en su facultad (la mayoría de los estudiantes al egresar ya tienen trabajo), Herrera sabe que estudiar una carrera técnica asegura un empleo, puesto que el mercado laboral requiere cada vez más mano de obra especializada.
Precisamente, un estudio realizado por Fundapro por encargo del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, basado en consultas a 211 profesionales de 178 instituciones públicas y privadas del país, da cuenta de que el mercado laboral requiere cada vez de más técnicos para los sectores industrial, financiero, manufacturero, energético, de comunicación, minero, salud, público y gastronómico. No obstante, aunque ha aumentado el interés por estas carreras, todavía hay déficit de mano de obra especializada.
El decano de la Politécnica afirma que las carreras que ofrece dicha facultad responden a las necesidades del mercado, pues los bachilleres pueden elegir entre siete opciones: Mecánica General (dividida en tres programas, automotriz, de producción e industrial), Construcciones Civiles, Ofimática, Electricidad Industrial, Electrónica y Telecomunicaciones, Siderurgia y Agrimensura (a nivel ingeniería). Cada año esta facultad aporta con 300 nuevos profesionales.
Por su parte, la Fundación Infocal cuenta con 175 opciones de estudio, entre carreras modulares, especialidades y cursos cortos. De estas, las más requeridas por los estudiantes son electricidad, belleza, automotriz, computación y enfermería, de donde egresan unos 10.000 profesionales por año, explicaron los coordinadores de Metalmecánica, Gas y Carpintería, Johnny Bautista, y de Informática, Computación y Mantenimiento de Computadoras, Jorge Lara.
Bolsa de empleo
Bautista dice que Infocal abre nuevas opciones de estudio de acuerdo con sugerencias de las empresas, que cada vez requieren mano de obra calificada para tareas específicas.
“Hemos abierto tapicería, estamos dictando las carreras de carpintería de aluminio y soldadura (tres cursos), además de refrigeración y automotriz”, explica Bautista, agregando que Infocal tiene una bolsa de empleos, donde las empresas y alumnos se inscriben para hacer sus requerimientos y solicitudes de acuerdo con sus necesidades.
Bautista destaca que los jóvenes “pueden ingresar fácilmente al sector petrolero haciendo un curso intensivo de seis meses, como el de soldadura, donde se puede llegar a percibir arriba de $us 500”.
Infocal forma anualmente 150 soldadores, que van a las empresas petroleras
CARRERAS REQUERIDAS
Por sectores
Industrial: mecánica, química y electricidad.
Financiero: seguros, estadística y banca Pyme.
Manufacturero: comercialización y exploración.
Energético: hidrocarburos.
Comunicación: sonido y telecomunicaciones, periodismo.
Minero: seguridad industrial y operadores de equipo.
Salud: rehabilitación oral.
Público: autonomía y ley Safco.
Gastronómico: nutrición.
Sobreoferta de profesionales
Según el estudio de Fundepro, en Bolivia hay una sobreoferta de abogados enfermeras, médicos, educadores y sicólogos.
Las causas
Es por la gran cantidad de universidades que ofrecen estas carreras. Algunas crearon varias carreras que en el fondo son las tradicionales, solo varían de nombre, como Ing. de la Producción, que no es más que Ing. Industrial, e Ing. Financiera que es lo mismo que Ing. Comercial.
La mayoría opta por lo tradicional
Las carreras tradicionales siguen siendo las más preferidas por los bachilleres que buscan profesionalizarse. Prueba de ello son los datos de la Prueba de Suficiencia Académica (PSA), tomada semanas atrás por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, en la que de los 20.000 bachilleres que se presentaron al examen, solamente 500 aspiraron a carreras de la Facultad Politécnica.
En la PSA solo para la Facultad Politécnica, había 900 inscritos. Este año, esta facultad espera recibir 1.500 nuevos estudiantes.
Los datos del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) también muestran esta situación. De los 320.000 estudiantes matriculados en las universidades públicas en 2009, el 23% estudiaba Derecho, Contaduría Pública y Administración de Empresas.
El decano de la Facultad Politécnica de la Uagrm, Clóver Herrera, afirma que una de las principales causas para que se dé esta situación es la falta de orientación adecuada a los bachilleres.
A esto se suma la influencia de los padres de familia y también de la sociedad que creen que las carreras tradicionales, como derecho y medicina, aseguran no solo el futuro de los jóvenes, sino que les da estatus. En el mercado hay una sobreoferta de estos profesionales.
Jóvenes mejoran su vida
Robin Arturo Moreno
DOCENTE DE INFOCAL
pese a que su familia atravesaba por apuros económicos debido a que su mamá se encontraba delicada de salud, Robin no claudicó en su empeño por obtener una profesión. Estudió mecánica industrial en Infocal y ahora es docente del área de Metalmecánica de la misma institución educativa. Es un profesional destacado y el año pasado fue reconocido como el mejor docente de Infocal.
Raúl Peña
Jefe de laboratorio de Politécnica
Estudió la carrera de Ofimática en la Facultad Politécnica de la Uagrm y ahora es jefe de Laboratorio de esa facultad. Llegó a ocupar este cargo luego de obtener una beca trabajo por su buen rendimiento académico. Se encarga de la parte administrativa, del mantenimiento de máquinas y de crear base de datos y configurar programas.
PUNTO DE VISTA
“Falta más orientación vocacional”
Alberto Santelices - Asesor Fed. De Prof.
Los resultados de la Prueba de Suficiencia Académica (PSA) confirman la investigación que realizó hace algunos años la Federación de Profesionales de Santa Cruz con los bachilleres cruceños: más del 80% de los muchachos se inclina por las carreras a nivel de licenciatura y solo una mínima proporción opta por carreras técnicas.
Es posible que la cantidad de postulantes a nivel técnico haya aumentado un poco en los últimos años, pero esto se debe al crecimiento vegetativo de la población y no porquehaya más interés por las técnicas.
Esta realidad tiene varias lecturas, pero intentaremos explicar solo dos: existe un persistente prejuicio social hacia este tipo de profesiones, pues las licenciaturas son consideradas superiores, porque dan prestigio y ascenso social. En cambio, se cree que las profesiones técnicas tienen menor influencia social porque -no pasa de una creencia estereotipada- no generan una imagen y un roce socioproductivo mejor, situándose en niveles menores de la escala social.
La segunda razón está en la falta de una orientación vocacional en la secundaria. Y esto es un grave error. Este servicio puede guiar o despertar vocaciones en función de las necesidades de la realidad local y nacional. Nuestra sociedad requiere de mano de obra calificada en las profesiones técnicas, lejos de ese ejército de empíricos que espera pacientemente la llegada de algún cliente para realizar un trabajo nada garantizado, pero con un precio de primera.
Santa Cruz necesita más Infocales (permítaseme el plural) y menos universidades formadoras de regimientos de desocupados y todo porque no se hace un estudio del mercado profesional
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