“Las exportaciones de textiles a este mercado sí dependen de la gestión del Estado, pero al ser superiores y bilaterales, la situación política de Venezuela no debería afectar a nuestras exportaciones”, manifestó.
Los datos oficiales del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) indican que pese a la caída de las exportaciones bolivianas en un 52 por ciento el pasado año, la balanza comercial es positiva a favor de Bolivia, alcanzando un valor de 16 millones de dólares.
La inclinación de la balanza se debe a que Venezuela dejó de ser el principal proveedor de diésel para el país.
Barriga explicó que Venezuela es un mercado consumidor de productos agroindustriales y de productos manufacturados, sobre todo de textiles. Sin embargo, en el caso de las exportaciones agroindustriales la dificultad que se arrastra hace años es la pesada burocracia.
Bolivia exporta cerca de 400 millones de dólares a Venezuela en productos agroindustriales y ahora en textiles cerca de 40 millones de dólares, indicó.
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