Desde que los esposos Stege llegaron, hace 103 años de Alemania, la empresa mantiene la receta y calidad que la hicieron pionera en el mercado de fiambres y embutidos. Hoy, junto a la marca Torito, produce 120 toneladas anuales. Crece 5% cada año.
“El éxito de Stege es que no hemos tocado la receta original que nos han dejado los esposos Stege hace más de un siglo”, expresa el gerente general de esta empresa, el alemán Peter Bauer Kyllman.
La fórmula de la receta es un “secreto de Estado” como las de todas las grandes industrias que mantienen su liderazgo gracias a la calidad de sus productos.
Bauer también destaca que “la tradición, calidad e innovación”, son las otras características de sus embutidos y fiambres.
Ofrecen una variedad de productos, entre ellos están las salchichas, jamones, chorizos, salames, lomitos y patés. Una de las innovaciones presentadas es la carne marinada de cerdo condimentada lista para el horno y para obtener un delicioso lechón; con gran demanda, destaca Bauer.
Torito es la segunda marca de la empresa creada en 1984. Entre Stege y Torito utilizan mensualmente 120 toneladas de materia prima: carne de cerdo, res y pollo. El gerente de producción, Carlos Philippsberg, precisa que en la producción cada mes utilizan 1.000 cerdos, 25.000 kilos de carne de res en gancho y 3.000 kilos trozados, además de 4.000 kilos de carne de pollo a la semana. Los proveedores son la agropecuaria Copacabana de Cochabamba y la empresa Paichenetú de Santa Cruz. Los productos de ambas marcas están auditados y certificados con las Buenas Prácticas en Manufactura (BPM) del Mercosur.
La Paz es el mayor consumidor de Stege y Torito, con el 70%, y el 30% está en Santa Cruz, Cochabamba y el resto del país.
Philippsberg indica que pese a la competencia, el crecimiento de la producción fue del 5% en las últimas dos gestiones y continuará este año.
La planta genera empleo para 240 trabajadores. Cuenta con sucursales en todo el país y anuncian que construirán una nueva planta en Santa Cruz el próximo año. Recién compraron nueva maquinaria alemana por un valor de 450.000 dólares. A fin de año deberá estar en pleno funcionamiento. “El objetivo es incrementar la producción, mejorar la calidad”, y seguir la tradición, apunta.
Recuerda que la historia de la empresa se remonta a 1890. Jorge Stege y su novia deciden casarse en Alemania y migrar a Sudamérica porque su país atravesaba una difícil situación económica. Llegaron a Mollendo, en Perú, donde administraron una hacienda donde invirtieron sus recursos; pero el propietario perdió la propiedad al apostarla en un juego de póker. Por tanto, los esposos Stege buscaron nuevos rumbos que los llevaron hasta Bolivia.
En La Paz compraron una fábrica de salchichas que estaba en la calle Santa Cruz y Max Paredes. La señora Stege, que conocía de la elaboración de embutidos, convence a su esposo de crear una fábrica. Para ello se hacen un préstamo del que fuera embajador de Alemania en Bolivia en esa época.
Arrancaron en 1910 con la producción de embutidos Stege. El primer empujón que recibió esta empresa se dio cuando el Gobierno boliviano pidió que se produzcan más alimentos para enviar a los soldados en la Guerra del Chaco (conflicto bélico entre Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935).
Cuando la familia Stege decide retornar a Alemania, los hermanos Bernardo y Peter Bauer, también alemanes, compraron la fábrica en 1980. Nace Tusequis Ltda., que se hace cargo de la razón social y se convierte en dueña de la marca Stege. En 1982 vendieron los terrenos de la Max Paredes y se trasladaron a la nueva planta en Senkata, en El Alto.
Promoción de las marcas
La promoción de Stege para este San Juan incluye, por la compra de los paquetes de promoción de salchichas una tarjeta, una “raspadita” que permitirá ganar uno de 62 Hot Dog Rollers americanos. Para los consumidores de Torito se adjuntarán “panes con huequito” que son ideales para los niños que puede introducir en ellos la salchicha sin necesidad de usar cuchillo.
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