Pero si el Gobierno y los empresarios bolivianos tomaran la decisión de dejar de usar los puertos de Iquique, Arica y Antofagasta, en el norte de Chile, y apuntaran a la infraestructura portuaria del sur peruano, se llevarían una decepción.
Es que en las actuales condiciones, los puertos de Ilo y Matarani no cuentan con la suficiente capacidad para atender toda la demanda comercial de salida e ingreso de Bolivia.
Puertos inadecuados. El terminal portuario de Ilo, administrado por la Empresa Nacional de Puertos (Enapu), tiene el problema de capacidad. No soportaría un incremento repentino de carga. Este terminal tiene 300 metros de largo y cuatro frentes de atraque. Básicamente se ha dedicado a la exportación de harina de pescado.
En tanto el puerto de Matarani tendría el impedimento de su especialización. En el terminal portuario salen básicamente productos mineros.
Competitividad, la clave. El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, Guillermo Pou Mont, destaca que el uso de los puertos en el extranjero depende de un punto clave: la competitividad, por eso ve muy complicado cambiar repentinamente los puntos de salida del comercio boliviano.
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