Marketing por email, arma de doble filo

El Email Marketing es el envío masivo de correos electrónicos promocionales para tratar de adquirir nuevos clientes o para intentar persuadir a los ya existentes para que compren de nuevo. Esta herramienta se ha popularizado en las empresas debido al bajo costo comparando con la mayoría de las otras formas de comunicación. Sin embargo, Mariano Cabrera, experto en creatividad y redes sociales, indica que se debe saber qué hacer y qué no hacer a la hora de trabajar con esta herramienta para así obtener los resultados esperados.

Lo que se debe hacer. Lo primero es crear su propia base de datos para enviar correos electrónicos a través de sus contactos, llamadas o preventas y zonas. Es preferible que conozca bien a los clientes y escribir una característica particular de ellos en su base de datos. Con ello podrá seleccionar mejor el producto a promocionar. Recordar que los Leads son importantes para fidelizar a los clientes. Por ello, es bueno crearlos en base a los datos proporcionados de la base de datos que contiene los correos e información de los correos, indicó Cabrera.

Lo que 'no' hay que hacer. En contraparte, no se debe comprar o adquirir la base de datos de otras empresas. Por más que le ofrezcan miles de contactos, debe tomar en cuenta que usted no conoce las necesidades particulares de las personas a las que les envía, por lo cual este spam de su producto puede ser mal recibido o rechazado. Otro punto es no bombardear con spam a amigos conocidos o a cualquiera: los emails deben enviarse con una estrategia específica, puesto que no necesariamente la persona que los recibe compra. Hay envíos intermitentes, más distantes que pueden ser más persuasivos y menos invasivos. Otro consejo es no usar constantemente los mismos nombres: si quiere ofertar su productos en una página web, no ponga en todas partes la misma página web como título principal, en las publicidades. Esto aburre, lo que debe hacer es cambiar el nombre, pero mantener el link con el nombre de siempre, aclaró el experto.