El proyecto se inició en septiembre de 2007, mediante decreto supremo, y en 2008 se adjudicó a una empresa brasileña por invitación directa. El Estado la acusó de no cumplir el contrato, lo rescindió y firmó uno nuevo con la empresa china mencionada.
El proyecto original tenía un costo de 16 millones de dólares, a los que se aumentaron tres cuando se adjudicó a la empresa china.
La gerente general del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (SEDEM), Patricia Ballivián, informó en enero de 2012 que la compañía china, a partir de la firma del contrato (el 19 de enero), tenía un plazo de diez meses para terminar la planta y ponerla en funcionamiento hasta marzo de este año.
Hace dos meses este medio pidió entrevistar a Ballivián y pese a que ésta accedió a hablar del tema, su comunicadora aún no dio curso a la entrevista.
Asimismo, los abogados de la empresa china se comprometieron a explicar el asunto, pero aún no lo hicieron.
Este nuevo retraso se suma al que se produjo por la rescisión de contrato con la empresa brasileña D’Andrea Agrimport.
El Gobierno asegura que la empresa D’Andrea incumplió los plazos en la entrega de maquinaria, por lo que el contrato fue rescindido en octubre de 2010 y se tuvo que hacer una reingeniería del proyecto, con la supervisión de PricewaterhouseCoopers.
Luego de eso, la empresa china Shenzhen Vicstar se adjudicó la continuidad de las obras.
Se desconocen los motivos por los que Papelbol no está produciendo y tampoco se sabe si el SEDEM inició alguna acción contra la firma china, porque no se cumplió con el contrato, o si se suscribió alguna adenda.
Una de las razones de la demora, según trascendió, es que los técnicos de la empresa china no obtuvieron sus visas oportunamente debido a que el Gobierno no agilizó el trámite. En tanto, el proceso contra exautoridades y la empresa brasileña no tiene avances.
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