“Este convenio de Ilo debería incluir - porque no incluye en este momento - la posibilidad de que Bolivia tenga un frente marítimo para construir un puerto propio para poder administrar independientemente de los criterios de soberanía, sino en temas de administrar el puerto”, afirmó.
Empresarios y transportistas denunciaron que luego de la amenaza del Gobierno boliviano de llevar el diferendo marítimo a la Corte Internacional de La Haya, las represalias se acentuaron en contra, no sólo de los transportistas sino también de los exportadores bolivianos.
Considera que el tener un puerto propio se posibilita la transferencia a los precios y costos de operación por el puerto y de esa manera compensar de una manera más geopolítica, la presencia de Bolivia en la región por un lado y también generar alternativas a los puertos de Chile en el Pacífico.
Admitió que el tránsito de las exportaciones por puertos chilenos enfrenta problemas, pues lo que debería ser un vínculo netamente comercial, operativo, siempre está teñido por la “calidad de la relación política”.
“Cuando la relación es buena, el tráfico fluye, las cosas ocurren más rápido y cuando la relación se enrarece, obviamente eso se sufre casi de inmediato en el puerto, por tanto perjuicios a los exportadores e importadores, eso nos obliga a virar a otras alternativas”, afirmó.
Según el empresario, desde hace varios años su sector consideró la necesidad de una estrategia integral para desarrollar varias plataformas alternativas de vinculación marítima, para no depender necesariamente de puertos chilenos.
“En su momento lo hicimos notar que el acuerdo con Perú por Ilo, es una alternativa interesante pero carece de la posibilidad que Bolivia construya un puerto propio, no tiene un frontis marítimo, para que Bolivia construya un puerto propio, eso hay que trabajarlo”, insistió.
CONVENIO DE ILO El pasado 4 de marzo, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Rafael Roncagliolo, expuso en una sesión reservada en el Congreso el Protocolo Complementario y Ampliatorio de los Convenios de Ilo, por los cuales su país cedió a Bolivia en 1992 una franja costera sin soberanía.
Perú cedió a Bolivia en 1992 una franja de 160 kilómetros en la playa del puerto de Ilo, en el sur peruano, sin soberanía, para que pueda tener un acceso permanente al océano Pacífico y realizar actividades industriales, comerciales y turísticas.
Sin embargo, la denominada zona "Boliviamar" no se desarrolló y el año pasado, ambos gobiernos intercambiaron notas diplomáticas para introducir precisiones a los convenios firmados en 1992 y facilitar su puesta en marcha.
El Canciller se presentó ante la Comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores, que debe revisar el protocolo aprobado en 2010 y ampliado el año pasado, antes de ser ratificado por el pleno del Parlamento.
Roncagliolo dijo el lunes a los periodistas, al salir del Congreso, que a través de este documento Perú brinda facilidades económicas a Bolivia en la costa de la ciudad de Ilo, en el sur del país.
El protocolo amplía y modifica el Convenio firmado inicialmente entre Perú y Bolivia en 1992 sobre la Zona Franca y Turística de Playa en Ilo, y otro sobre la participación de Bolivia en la Zona Franca Industrial de Ilo.
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