Ahora tienen una preocupación mayor: los ingresos provenientes de los refrescos. Aunque el consumo en EE.UU. ha descendido continuamente durante los últimos ocho años, los gigantes de las bebidas han aumentado los precios lo suficiente para mantener el crecimiento de los ingresos registrados por la bebida favorita de los estadounidenses. Pero las ventas de gaseosas en tiendas de EE.UU. cayeron en el segundo semestre del año pasado, que incluye las fiestas de fin de año, una época en que tienden a subir.
Ahora, los analistas se preguntan si la caída en las ventas llegó para quedarse. "La pregunta es si esa es la nueva realidad", afirmó Steve Powers, analista de bebidas para Sanford C. Bernstein, en relación a las cifras más recientes de ventas en las tiendas.
Las empresas de refrescos elevaron los precios marcadamente en 2011 luego del aumento en los costos de las materias primas. Los precios subieron un poco a fines de 2012, pero los volúmenes cayeron en forma más pronunciada.
Las bebidas azucaradas se han convertido en un blanco de duras críticas ante las preocupaciones sobre su incidencia en problemas de salud como la diabetes y la obesidad. Al mismo tiempo, la generación de la posguerra en EE.UU. envejece y el mercado al que apuntan tradicionalmente las gaseosas, la juventud, a menudo prefiere agua, bebidas energéticas y café.
Las ventas de refrescos en EE.UU. cayeron 0,6% el año pasado hasta el 30 de diciembre a US$28.700 millones en los locales sondeados por SymphonyIRI Group. Las ventas cayeron 1,8% en términos de volumen.
Las cifras no incluyen las ventas de refrescos en restaurantes, máquinas expendedoras y algunos otros lugares. Ejecutivos y analistas del sector afirman que si se toman en cuenta esos puntos de venta, los ingresos totales por ventas de refrescos probablemente crecieron el año pasado, aunque por un margen mínimo.
Aunque Coca-Cola, Pepsi y Dr Pepper Snapple se dedicaron a expandir sus portafolios para abarcar productos de crecimiento más acelerado como bebidas deportivas y jugos de frutas, una caída prolongada en los ingresos de refrescos en EE.UU. representaría un golpe duro. Las gaseosas constituyen casi 25% del mercado de bebidas en EE.UU. y su escala masiva ha garantizado márgenes de ganancia durante décadas.
Alrededor de 60% de los ingresos de Coca-Cola en EE.UU. provienen de las bebidas carbonatadas, cifra que cae a alrededor de 25% en el caso de PepsiCo. Más de 70% de las ventas de Dr Pepper Snapple, la tercera firma del rubro, derivan de los refrescos.
En conjunto, Coca-Cola y PepsiCo gastaron alrededor de US$20.000 millones en 2010 para comprar sus mayores embotelladoras en EE.UU., lo que elevó su exposición al país y redujo sus márgenes de ganancia.
Las empresas dicen que el panorama no es tan sombrío. Las bebidas carbonatadas registran un crecimiento saludable en muchas partes del mundo, lo que brinda un impulso para Coca-Cola y PepsiCo, que obtienen alrededor de 60% y 50% de sus ingresos, respectivamente, del exterior.
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