“Hay convenios establecidos y los derechos de los trabajadores están resguardados con los activos de la empresa, cuando exista la venta serán pagados prioritariamente como establece la ley”, remarcó en respuesta a un cuestionario de Página Siete.
El proceso en el que se halla Ametex es el de liquidación voluntaria, figura legal que permite que de manera ordenada se pongan líquidos los activos y el pago de las obligaciones laborales y las acreencias institucionales y privadas de la empresa.
El 3 de julio, el Gobierno y Ametex cerraron negociaciones para alquilar las plantas y maquinaria de la textilera y que serán utilizadas por la Empresa Nacional Pública Textil (Enatex).
La firma estatal se comprometió a pagar 45.000 dólares al mes por los activos de Hilasa, Universaltex, Matex y Mex.
Iberkleid informó que el acuerdo alcanzado está limitado al arrendamiento de las unidades productivas con una posibilidad de venta al cabo de seis meses, pero aún no se han llevado a cabo conversaciones al respecto sobre montos, ni qué incluiría la transferencia definitiva.
Según el presidente de Ametex el monto de alquiler que se recibe por las plantas es insuficiente para pagar los intereses de las obligaciones financieras que tiene la empresa y otros gastos.
“No deja ninguna ganancia o remanente para Ametex . Ello se pensó así como un período de transición hasta llegar a la compra de todas las instalaciones”, reiteró el ejecutivo.
Iberkleid recordó que la empresa textil se diluyó por una constante ausencia de mercados, pero es una empresa en pleno funcionamiento y con tecnología de punta.
Además es una compañía con clientes y contratos que estaban encaminados, pero que el nuevo administrador debe lograr retener y negociar nuevas condiciones. “No es una empresa de fierros”, subrayó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario