Los motivos. La polémica no se ha detenido desde que la iniciativa fue presentada el pasado 31 de mayo, con editoriales furiosos, comentarios exasperados de los fabricantes y vendedores de gaseosas, y publicidades a favor y en contra de la propuesta.
El martes, una página entera de publicidad pagada por la alcaldía en el diario gratuito Metro mostraba un vaso gigante de gaseosa de 94 centilitros, como los que se venden en algunos restaurantes de comida rápida, y 26 sobres de azúcar, advirtiendo a los padres sobre esa equivalencia y el riesgo de diabetes y enfermedad cardíaca. Según el alcalde, más de la mitad de los adultos en Nueva York (58%) son obesos o tienen sobrepeso, y este problema también afecta al 40% de los niños de las escuelas públicas./AFP
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