Los trabajadores que se retiren de sus empresas de manera voluntaria recibirán un mes de salario por cada año trabajado. Durante el régimen de liberalización laboral, sólo recibían los beneficios sociales quienes eran echados por los patrones. Éste es uno de los cinco decretos laborales que ayer firmó el presidente Evo Morales, como parte de los festejos del 1 de mayo.
En medio de una masiva fiesta popular en la plaza Murillo, Morales lanzó cinco medidas a favor de los sectores laborales y dijo que “si no hubiera sido por ellos, habría sido difícil avanzar hasta donde hemos llegado. Habría sido difícil cambiar Bolivia”.
El ministro de Trabajo, Calixto Chipana, ratificó después la importancia de las normas aprobadas como parte de la política de cambio en el sector laboral, de acuerdo con la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
Chipana otorgó especial énfasis a uno de los decretos, aquel que garantiza el pago de indemnización a partir de los 90 días laborales. “Con este beneficio, los trabajadores que por cualquier razón se retiraban de sus trabajos y no tenían beneficios por su esfuerzo físico y psíquico, desde ahora se les va a dar un sueldo cada año”.
La autoridad recordó que en el pasado, los trabajadores tenían que cobrar su beneficio salarial o su quinquenio luego de cumplir cinco años laborales en una misma empresa. “Antes que cumplan los cinco años, los trabajadores podían perder sus empleos y no recibían ningún beneficio”.
Ahora, más allá de que el trabajador se retire de manera voluntaria o forzosa, el obrero puede acceder a este derecho a partir de los tres meses de estar empleado en una empresa.
Hasta antes del decreto, los trabajadores que llegaban a una empresa y laburaban en ella por 90 días podían ser echados sin ningún beneficio social.
Además, el empleado que forma parte de una planilla tiene el derecho a cobrar un sueldo por año trabajado cuando deje su trabajo. “Esta salida de la empresa y este pago del empleador es independiente de la forma que salió, se le debe pagar, así el obrero haya sido retirado de forma voluntaria o forzosa. El empresario tiene que cumplir con su trabajador”.
El Gobierno —continúa el Ministro— está haciendo valer un derecho enmarcado en la nueva Carta Magna.
Consultado sobre alguna previa negociación con los empresarios privados para este beneficio, Chipana informó que éstos no pueden negarse a este pago que “está enmarcado en la nueva Constitución aprobada en enero”.
Otros beneficios
Ayer también se firmó otro decreto “que garantiza el cumplimiento de la legislación laboral y el goce pleno de los derechos laborales de los dependientes asalariados de las empresas, sea cual sea la modalidad de éstas”.
Sobre este punto, Chipana explicó: “El propietario contrata a un segundo empresario, y éste a su vez subcontrata a un trabajador. Cuando el dueño despide al subcontratado, entonces el trabajador no tiene ningún derecho de poder exigir sus beneficios”.
El decreto que se firmó ayer menciona que la persona que contrata debe correr con todos los gastos de los trabajadores y sus beneficios colaterales. “Lo que queremos con este decreto es que se elimine la terciarización”.
Un tercer decreto, que apunta a “mejorar la situación de los obreros, garantiza el cumplimiento de la normativa vigente relacionada con la higiene, la seguridad ocupacional y bienestar que deben cumplir las personas naturales y jurídicas”.
Momentos previos a la firma de los decretos, el Presidente comentó al respecto: “De aquí en adelante, los empleadores tienen que proteger a sus trabajadores con condiciones adecuadas a su salud”.
Chipana expresó: “Este decreto es para garantizar que los empresarios entreguen la ropa adecuada de trabajo a sus obreros y que éstos tengan condiciones de seguridad en sus fuentes de empleo. De esta manera, también vamos a poder evitar accidentes en el sitio de trabajo”.
A pesar de la firma de los nuevos decretos, Chipana dijo que aún hay muchos temas por tratar en el campo laboral. Por ejemplo, citó las horas de trabajo que no se cumplen en las instituciones públicas y privadas. “Tenemos mucho trabajo por hacer todavía, porque hay algunos trabajadores que son explotados y tenemos que velar por ellos para que se respeten sus derechos”.
Bs 1.000 al sector público
Otro decreto otorga, con carácter excepcional, un reconocimiento económico de 1.000 bolivianos a las servidoras y servidores públicos de los ministerios del Órgano Ejecutivo, entidades desconcentradas y descentralizadas que no se favorecieron con incrementos salariales dispuestos por normas expresas en las anteriores gestiones.
“Estos trabajadores no habían recibido incremento salarial desde hace años, pero ahora recibirán un bono de 1.000 bolivianos por su esfuerzo, por su trabajo, por su experiencia en el sector público”, manifestó el presidente Evo Morales. En tanto que el ministro Calixto Chipana recordó que el sector privado tuvo un aumento del 12 por ciento y que este incremento no benefició al sector que ahora tendrá 1.000 bolivianos.
Un descuento en educación
El anterior decreto establece el descuento del 1 por ciento sobre los haberes básicos mensuales a todo el personal que pertenece a la carrera docente del magisterio nacional: por seis meses en el rural y por 12 meses en el urbano, a partir de 2010.
Este descuento estará destinado a la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia y la Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia.
Este “aporte sindical”, según el presidente Evo Morales, es la mejor manera para que los dirigentes rindan cuentas de sus gastos, exclusivamente, a sus bases. También se evita la presencia de algún Organismo No Gubernamental (ONG) o de partidos políticos en el financiamiento dirigencial.
Una fiesta en la plaza Murillo
Desde las nueve de la mañana, los obreros y la gente afín al Gobierno de Evo Morales tomaron las calles de La Paz para recordar el Día del Trabajo. Según datos del Gobierno, había más de 50 agrupaciones que participaron en el acto.
Cerca de la plaza Venezuela, el presidente Evo Morales recordó sus épocas de marchista, y acompañado por el canciller de la República, David Choquehuanca, y el vocero presidencial, Iván Canelas, se sumó al desfile de los trabajadores de la Central Obrera Boliviana (COB) en el recorrido que culminó en la plaza Murillo.
Aproximadamente a las 11.00, las banderas ondeaban en las diferentes calles del casco viejo de la ciudad y los mineros se hicieron sentir a punta de dinamitazos. Los “ponchos rojos” también llegaron a la cita y hacían surcar en el aire sus chicotes. Las agrupaciones de mujeres también tenían cabida en la plaza Murillo.
A mediodía comenzó la fiesta en el kilómetro 0, donde se armó una tarima cubierta con un globo inflado con los colores de la bandera nacional. Mientras el grupo nacional Sumawa ofrecía su repertorio musical, llegó el primer gran invitado: Álvaro García Linera, seguido del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Después de ellos empezaron a arribar los ministros de Estado y también el presidente Evo Morales, quien con su presencia se apoderó de la atención de los presentes.
En la parte baja del escenario y en primera fila se acomodó un grupo de funcionarios estatales. Entre los viceministros y ministros, Patricia Ballivián era la autoridad más entusiasta. Tenía muchas ganas de bailar, y en más de una ocasión cantó a voz en cuello las interpretaciones de Juan Enrique Jurado. El cantautor chaqueño fue la atracción musical, y su canción La Patria fue la más requerida.
Uno de los personajes más inquietos fue el ministro Alfredo Rada. En un principio observaba lo que acontecía en la plaza desde el balcón del Palacio, luego se asomó al escenario. Volvió a desaparecer y nuevamente bajó. Se puso una gorra y también tomó sorbos de una Coca Cola desechable.
El viceministro de Culturas, Pablo Groux, también tenía un trajín incesante; en especial con los artistas invitados. De la misma manera, Iván Canelas llevaba y traía algunos comentarios entre las autoridades. Una persona que paso inadvertida fue el ministro de Defensa, Walker San Miguel.
A la hora de los discursos, hubo algunos abucheos y silbidos para el ministro de Trabajo, Calixto Chipana; en tanto que Evo Morales fue recibido con aplausos y durante sus silencios recibía ovaciones.
Durante la ocasión también se entregaron motorizados a las agrupaciones sociales. El Primer Mandatario fue el encargado de entregar las camionetas que tenían el rótulo de la COB.
Ecos del kilómetro 0
Las banderas rojas del Partido Comunista y el Partido Socialista ondearon en la plaza.
La seguridad fue estricta, incluso con heladeros y niños que estaban cerca de las autoridades.
A las 14.00 hubo desbande de autoridades y la gente también empezó a dejar el lugar.
Los ministros fueron perseguidos por los medios, pero sólo algunos declararon.
Se preveía la participación de Evo Morales en una fiesta de Embol, por la terminal, pero Evo no fue.
En el ágape estuvieron el ministro de Trabajo, Calixto Chipana, y el viceministro Sacha Llorenti.
En medio de una masiva fiesta popular en la plaza Murillo, Morales lanzó cinco medidas a favor de los sectores laborales y dijo que “si no hubiera sido por ellos, habría sido difícil avanzar hasta donde hemos llegado. Habría sido difícil cambiar Bolivia”.
El ministro de Trabajo, Calixto Chipana, ratificó después la importancia de las normas aprobadas como parte de la política de cambio en el sector laboral, de acuerdo con la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
Chipana otorgó especial énfasis a uno de los decretos, aquel que garantiza el pago de indemnización a partir de los 90 días laborales. “Con este beneficio, los trabajadores que por cualquier razón se retiraban de sus trabajos y no tenían beneficios por su esfuerzo físico y psíquico, desde ahora se les va a dar un sueldo cada año”.
La autoridad recordó que en el pasado, los trabajadores tenían que cobrar su beneficio salarial o su quinquenio luego de cumplir cinco años laborales en una misma empresa. “Antes que cumplan los cinco años, los trabajadores podían perder sus empleos y no recibían ningún beneficio”.
Ahora, más allá de que el trabajador se retire de manera voluntaria o forzosa, el obrero puede acceder a este derecho a partir de los tres meses de estar empleado en una empresa.
Hasta antes del decreto, los trabajadores que llegaban a una empresa y laburaban en ella por 90 días podían ser echados sin ningún beneficio social.
Además, el empleado que forma parte de una planilla tiene el derecho a cobrar un sueldo por año trabajado cuando deje su trabajo. “Esta salida de la empresa y este pago del empleador es independiente de la forma que salió, se le debe pagar, así el obrero haya sido retirado de forma voluntaria o forzosa. El empresario tiene que cumplir con su trabajador”.
El Gobierno —continúa el Ministro— está haciendo valer un derecho enmarcado en la nueva Carta Magna.
Consultado sobre alguna previa negociación con los empresarios privados para este beneficio, Chipana informó que éstos no pueden negarse a este pago que “está enmarcado en la nueva Constitución aprobada en enero”.
Otros beneficios
Ayer también se firmó otro decreto “que garantiza el cumplimiento de la legislación laboral y el goce pleno de los derechos laborales de los dependientes asalariados de las empresas, sea cual sea la modalidad de éstas”.
Sobre este punto, Chipana explicó: “El propietario contrata a un segundo empresario, y éste a su vez subcontrata a un trabajador. Cuando el dueño despide al subcontratado, entonces el trabajador no tiene ningún derecho de poder exigir sus beneficios”.
El decreto que se firmó ayer menciona que la persona que contrata debe correr con todos los gastos de los trabajadores y sus beneficios colaterales. “Lo que queremos con este decreto es que se elimine la terciarización”.
Un tercer decreto, que apunta a “mejorar la situación de los obreros, garantiza el cumplimiento de la normativa vigente relacionada con la higiene, la seguridad ocupacional y bienestar que deben cumplir las personas naturales y jurídicas”.
Momentos previos a la firma de los decretos, el Presidente comentó al respecto: “De aquí en adelante, los empleadores tienen que proteger a sus trabajadores con condiciones adecuadas a su salud”.
Chipana expresó: “Este decreto es para garantizar que los empresarios entreguen la ropa adecuada de trabajo a sus obreros y que éstos tengan condiciones de seguridad en sus fuentes de empleo. De esta manera, también vamos a poder evitar accidentes en el sitio de trabajo”.
A pesar de la firma de los nuevos decretos, Chipana dijo que aún hay muchos temas por tratar en el campo laboral. Por ejemplo, citó las horas de trabajo que no se cumplen en las instituciones públicas y privadas. “Tenemos mucho trabajo por hacer todavía, porque hay algunos trabajadores que son explotados y tenemos que velar por ellos para que se respeten sus derechos”.
Bs 1.000 al sector público
Otro decreto otorga, con carácter excepcional, un reconocimiento económico de 1.000 bolivianos a las servidoras y servidores públicos de los ministerios del Órgano Ejecutivo, entidades desconcentradas y descentralizadas que no se favorecieron con incrementos salariales dispuestos por normas expresas en las anteriores gestiones.
“Estos trabajadores no habían recibido incremento salarial desde hace años, pero ahora recibirán un bono de 1.000 bolivianos por su esfuerzo, por su trabajo, por su experiencia en el sector público”, manifestó el presidente Evo Morales. En tanto que el ministro Calixto Chipana recordó que el sector privado tuvo un aumento del 12 por ciento y que este incremento no benefició al sector que ahora tendrá 1.000 bolivianos.
Un descuento en educación
El anterior decreto establece el descuento del 1 por ciento sobre los haberes básicos mensuales a todo el personal que pertenece a la carrera docente del magisterio nacional: por seis meses en el rural y por 12 meses en el urbano, a partir de 2010.
Este descuento estará destinado a la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia y la Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia.
Este “aporte sindical”, según el presidente Evo Morales, es la mejor manera para que los dirigentes rindan cuentas de sus gastos, exclusivamente, a sus bases. También se evita la presencia de algún Organismo No Gubernamental (ONG) o de partidos políticos en el financiamiento dirigencial.
Una fiesta en la plaza Murillo
Desde las nueve de la mañana, los obreros y la gente afín al Gobierno de Evo Morales tomaron las calles de La Paz para recordar el Día del Trabajo. Según datos del Gobierno, había más de 50 agrupaciones que participaron en el acto.
Cerca de la plaza Venezuela, el presidente Evo Morales recordó sus épocas de marchista, y acompañado por el canciller de la República, David Choquehuanca, y el vocero presidencial, Iván Canelas, se sumó al desfile de los trabajadores de la Central Obrera Boliviana (COB) en el recorrido que culminó en la plaza Murillo.
Aproximadamente a las 11.00, las banderas ondeaban en las diferentes calles del casco viejo de la ciudad y los mineros se hicieron sentir a punta de dinamitazos. Los “ponchos rojos” también llegaron a la cita y hacían surcar en el aire sus chicotes. Las agrupaciones de mujeres también tenían cabida en la plaza Murillo.
A mediodía comenzó la fiesta en el kilómetro 0, donde se armó una tarima cubierta con un globo inflado con los colores de la bandera nacional. Mientras el grupo nacional Sumawa ofrecía su repertorio musical, llegó el primer gran invitado: Álvaro García Linera, seguido del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Después de ellos empezaron a arribar los ministros de Estado y también el presidente Evo Morales, quien con su presencia se apoderó de la atención de los presentes.
En la parte baja del escenario y en primera fila se acomodó un grupo de funcionarios estatales. Entre los viceministros y ministros, Patricia Ballivián era la autoridad más entusiasta. Tenía muchas ganas de bailar, y en más de una ocasión cantó a voz en cuello las interpretaciones de Juan Enrique Jurado. El cantautor chaqueño fue la atracción musical, y su canción La Patria fue la más requerida.
Uno de los personajes más inquietos fue el ministro Alfredo Rada. En un principio observaba lo que acontecía en la plaza desde el balcón del Palacio, luego se asomó al escenario. Volvió a desaparecer y nuevamente bajó. Se puso una gorra y también tomó sorbos de una Coca Cola desechable.
El viceministro de Culturas, Pablo Groux, también tenía un trajín incesante; en especial con los artistas invitados. De la misma manera, Iván Canelas llevaba y traía algunos comentarios entre las autoridades. Una persona que paso inadvertida fue el ministro de Defensa, Walker San Miguel.
A la hora de los discursos, hubo algunos abucheos y silbidos para el ministro de Trabajo, Calixto Chipana; en tanto que Evo Morales fue recibido con aplausos y durante sus silencios recibía ovaciones.
Durante la ocasión también se entregaron motorizados a las agrupaciones sociales. El Primer Mandatario fue el encargado de entregar las camionetas que tenían el rótulo de la COB.
Ecos del kilómetro 0
Las banderas rojas del Partido Comunista y el Partido Socialista ondearon en la plaza.
La seguridad fue estricta, incluso con heladeros y niños que estaban cerca de las autoridades.
A las 14.00 hubo desbande de autoridades y la gente también empezó a dejar el lugar.
Los ministros fueron perseguidos por los medios, pero sólo algunos declararon.
Se preveía la participación de Evo Morales en una fiesta de Embol, por la terminal, pero Evo no fue.
En el ágape estuvieron el ministro de Trabajo, Calixto Chipana, y el viceministro Sacha Llorenti.
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