Representantes de microempresas de El Alto se preparan para iniciar acciones de hecho.
• Sector industrial niega haber llegado a consenso con Ministro de Producción.
El Gerente General de la Cámara de Industrias desmintió ayer que esa representación hubiera llegado algún consenso con representantes del Ministerio de Producción y Microempresa, por lo que anticipó enviará una carta de protesta a ese despacho haciendo conocer la inconformidad de esa representación empresarial.
“Esperamos que el Gobierno tenga la suficiente perspicacia y claridad para terminar algo que ya estaba concluido con los decretos que en su oportunidad se emitieron”, enfatizó, al referirse al decreto 28.761 que en su artículo 3, inciso b), establece la prohibición de la comercialización de la mercancía clasificada como prendería usada a partir del 1 de marzo del año 2008.
De esa manera, el Gerente General de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), rechazó nuevamente la medida dispuesta por el Gobierno de suspender de manera indefinida el plazo límite para la comercialización de ropa a medio uso, que debía concluir el 1 de marzo, y calificó de contradictoria la determinación oficializada el domingo por el ministro de Producción y Microempresa, Javier Hurtado.
“Nuestra posición es clara y definitiva, estamos en contra de la importación de la ropa usada y por tanto de su comercialización”, señaló el ejecutivo, al aclarar que de esta forma se fomenta el crecimiento del contrabando de la prendería usada en el país.
Estudios
Velasco señaló que de acuerdo a estudios realizados por la CNI y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el stokc de esa mercadería debería estar agotado.
“Por tanto, es claro que después de la prohibición, el contrabando de ropa usada siguió creciendo”, sostuvo.
Adicionalmente, remarcó que los perjuicios por esta actividad ilícita son de magnitud para el sector textil que es uno de los que más empleos genera en el país.
De acuerdo a un estudio realizado por la CNI y el IBCE, entre los años 2000 y 2005 la pérdida anual de fuentes de trabajo en la economía boliviana fue de 15.300 puestos.
Durante ese período, los sectores de la actividad económica boliviana más afectados como consecuencia de la importación de ropa usada fueron el textil, y el de confecciones que perdió un total de 56.000 fuentes de trabajo. “Si miramos una estadística desde que comenzó la actividad de venta de ropa usada, muchas fábricas textiles cerraron, es más no crecieron, y el país no tuvo la oportunidad de desarrollar un sector importante que puede dar empleos de calidad, por no tener políticas claras y permanentes sobre ciertos temas”, añadió.
Ante el fracaso del plan del Ejecutivo de una reconversión productiva, Velasco expresó su temor en que la inconsistencia de este programa se acentúe, debido a que los potenciales comerciantes que deseen reconvertirse tengan temor de comprar maquinaria o invertir en este negocio, si el contrabando continúa.
Finalmente, Velasco descartó que existan 250 mil comercializadores de ropa usada que se verían afectados, y sostuvo que este negocio es movido por decenas de grandes importadores que se dedican a esta ilícita actividad.
Microempresarios
Mientras tanto, la Federación de Microempresarios de la ciudad de El Alto expresó su protesta por la ampliación de la comercialización de ropa usada en el país y acusó a las autoridades de estar en contra de la producción nacional.
Humberto Sandalio, representante de los microempresarios alteños, manifestó que la actitud de las autoridades nacionales, particularmente del Ministro de Producción de Microempresa y del viceministerio del ramo, expresa una actitud contraria al desarrollo productivo del país.
Aseguró que esta medida que va en contra de los empresarios, de los artesanos y de los microempresarios y que favorece a los comercializadores de ropa usada, está matando la industria nacional.
“Las autoridades han fallado a los empresarios y a los microempresarios, no es posible que el Gobierno esté en nuestra contra. Solicitaremos una reunión a la brevedad posible para plantear nuestras propuestas y nuestras críticas a esta disposición”, expresó el dirigente.
Además, dijo que todas las autoridades deberían apoyar a la producción nacional y no ir en contra.
Anunció también que no permitirán la comercialización de ropa usada y así evitarán la ruina de los microempresarios del país, fundamentalmente de la ciudad de El Alto.
Por su lado, el Gerente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Gerardo Velasco, consideró que la ropa usada es un daño a la producción y un daño a la dignidad de los bolivianos.
“Los bolivianos somos lo suficientemente capaces, y muchísimo mas capaces por las habilidades innatas de nuestros recursos humanos de producir ropa. No solamente de excelente calidad, sino en los niveles de precios que cualquier ropa puede costar, si es obviamente hecha con buenos materiales y nuevos” declaró Velasco.
• Sector industrial niega haber llegado a consenso con Ministro de Producción.
El Gerente General de la Cámara de Industrias desmintió ayer que esa representación hubiera llegado algún consenso con representantes del Ministerio de Producción y Microempresa, por lo que anticipó enviará una carta de protesta a ese despacho haciendo conocer la inconformidad de esa representación empresarial.
“Esperamos que el Gobierno tenga la suficiente perspicacia y claridad para terminar algo que ya estaba concluido con los decretos que en su oportunidad se emitieron”, enfatizó, al referirse al decreto 28.761 que en su artículo 3, inciso b), establece la prohibición de la comercialización de la mercancía clasificada como prendería usada a partir del 1 de marzo del año 2008.
De esa manera, el Gerente General de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), rechazó nuevamente la medida dispuesta por el Gobierno de suspender de manera indefinida el plazo límite para la comercialización de ropa a medio uso, que debía concluir el 1 de marzo, y calificó de contradictoria la determinación oficializada el domingo por el ministro de Producción y Microempresa, Javier Hurtado.
“Nuestra posición es clara y definitiva, estamos en contra de la importación de la ropa usada y por tanto de su comercialización”, señaló el ejecutivo, al aclarar que de esta forma se fomenta el crecimiento del contrabando de la prendería usada en el país.
Estudios
Velasco señaló que de acuerdo a estudios realizados por la CNI y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el stokc de esa mercadería debería estar agotado.
“Por tanto, es claro que después de la prohibición, el contrabando de ropa usada siguió creciendo”, sostuvo.
Adicionalmente, remarcó que los perjuicios por esta actividad ilícita son de magnitud para el sector textil que es uno de los que más empleos genera en el país.
De acuerdo a un estudio realizado por la CNI y el IBCE, entre los años 2000 y 2005 la pérdida anual de fuentes de trabajo en la economía boliviana fue de 15.300 puestos.
Durante ese período, los sectores de la actividad económica boliviana más afectados como consecuencia de la importación de ropa usada fueron el textil, y el de confecciones que perdió un total de 56.000 fuentes de trabajo. “Si miramos una estadística desde que comenzó la actividad de venta de ropa usada, muchas fábricas textiles cerraron, es más no crecieron, y el país no tuvo la oportunidad de desarrollar un sector importante que puede dar empleos de calidad, por no tener políticas claras y permanentes sobre ciertos temas”, añadió.
Ante el fracaso del plan del Ejecutivo de una reconversión productiva, Velasco expresó su temor en que la inconsistencia de este programa se acentúe, debido a que los potenciales comerciantes que deseen reconvertirse tengan temor de comprar maquinaria o invertir en este negocio, si el contrabando continúa.
Finalmente, Velasco descartó que existan 250 mil comercializadores de ropa usada que se verían afectados, y sostuvo que este negocio es movido por decenas de grandes importadores que se dedican a esta ilícita actividad.
Microempresarios
Mientras tanto, la Federación de Microempresarios de la ciudad de El Alto expresó su protesta por la ampliación de la comercialización de ropa usada en el país y acusó a las autoridades de estar en contra de la producción nacional.
Humberto Sandalio, representante de los microempresarios alteños, manifestó que la actitud de las autoridades nacionales, particularmente del Ministro de Producción de Microempresa y del viceministerio del ramo, expresa una actitud contraria al desarrollo productivo del país.
Aseguró que esta medida que va en contra de los empresarios, de los artesanos y de los microempresarios y que favorece a los comercializadores de ropa usada, está matando la industria nacional.
“Las autoridades han fallado a los empresarios y a los microempresarios, no es posible que el Gobierno esté en nuestra contra. Solicitaremos una reunión a la brevedad posible para plantear nuestras propuestas y nuestras críticas a esta disposición”, expresó el dirigente.
Además, dijo que todas las autoridades deberían apoyar a la producción nacional y no ir en contra.
Anunció también que no permitirán la comercialización de ropa usada y así evitarán la ruina de los microempresarios del país, fundamentalmente de la ciudad de El Alto.
Por su lado, el Gerente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Gerardo Velasco, consideró que la ropa usada es un daño a la producción y un daño a la dignidad de los bolivianos.
“Los bolivianos somos lo suficientemente capaces, y muchísimo mas capaces por las habilidades innatas de nuestros recursos humanos de producir ropa. No solamente de excelente calidad, sino en los niveles de precios que cualquier ropa puede costar, si es obviamente hecha con buenos materiales y nuevos” declaró Velasco.
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