Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) señaló que, para el pago de planillas, algunas industrias en el mes de marzo recurrirán a sus reservas o previsiones. Sin embargo, advirtió que la mayoría de las factorías estará en dificultades puesto que hay un descenso abrupto de su liquidez por la caída en ventas.
“Es imprescindible que el Gobierno proceda a la creación de un Fondo de Estabilidad Productiva Industrial (FEPI) para canalizar líneas de crédito que permitan a las industrias cumplir con sus obligaciones tanto salariales, como crediticias, tributarias y de seguridad social”, dijo.
Para contextualizar la grave situación, sostuvo que de las 35.000 industrias que hay en el país solo 1.300 están operando “y de los más de 106.000 trabajadores industriales formales alrededor de 6.000 están trabajando”.
“Sólo la coordinación pública-privada podrá atenuar la inminente recesión en la que está ingresando la economía nacional y salvar el empleo”, dijo.
El dirigente afirmó que los industriales aguardan la convocatoria del Gobierno para plantear soluciones a la recesión y evitar la paralización de las actividades productivas y en consecuencia la pérdida de empleos.
Se debe inyectar liquidez
En esa línea, Rolando Kempff, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), dijo que las empresas de su sector harán todo “el esfuerzo” que esté a su alcance para cumplir con sus trabajadores. En ese sentido, explicó que muchas compañías recurrirán a la banca para poder cumplir sus obligaciones.
“En estas situaciones, la banca siempre nos ha ayudado”, señaló el empresario.
Empero dijo que aquellos empleadores que no puedan pagar los sueldos completos, los abonarán en cuotas.
Ante esta situación, Kempff señaló que es necesario que desde el Estado se inyecte hasta un 10% del Producto Interno Bruto (PIB) que son “por lo menos unos $us 4.000 millones” para que sirvan como un fondo para el uso del sector empresarial, pequeño, mediano y grande, “porque se necesita liquidez”.
“Necesitamos una economía nueva. Necesitamos un clima adecuado y seguridad jurídica. Tenemos que volver a reinventarnos porque estamos ante una recesión muy grande”, explicó.
A su vez, Marcelo Pantoja, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo, señaló que los productores están buscando la forma de cumplir con sus trabajadores a través de préstamos debido a la falta de liquidez.
Luis Barbery, titular de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), señaló que el sector está planteando algunas ideas al Gobierno para que el impacto de la crisis sea menor; entre esas propuestas está el que se inyecte liquidez en el mercado.
“Necesitamos que la economía no se enfríe, somos conscientes de que esta situación es inédita. Nadie pensó que tuviéramos que sufrir una crisis como ésta”, dijo.
Explicó que la reactivación durará entre seis y ocho meses, por eso Barbery vio con buenos ojos las primeras medidas que tomó el Gobierno que inyectó Bs 3.476 millones con la compra de bonos del Tesoro General de la Nación a las AFP, que será colocado en el sistema financiero.
“Ese dinero va entrar a circular a la economía con las reprogramaciones y los nuevos créditos, pero no sabemos cuánto de este dinero irá el sector. Por eso, necesitamos que el Gobierno reactive el bolsillo de los bolivianos”, señaló Barbery.
Fernando Hurtado, principal dirigente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) explicó que una de las propuestas enviada desde esa organización al Gobierno nacional es habilitar una línea de crédito de liquidez de fácil acceso, con condiciones preferenciales para que las empresas que están con problemas de liquidez puedan acceder a ella y pagar sus planillas.
"Esperamos que muy pronto se pueda implementar esta medida o algo similar desde el Gobierno nacional", dijo.
Agregó que algunos bancos han sacado propuestas dentro de sus propias políticas para facilitar créditos que permitan el pago de salarios.
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