Japón ofrece a Bolivia aranceles bajos de exportación de sus productos con relación a otros países, pero es muy exigente en la certificación de la calidad. La encargada de asuntos económicos e investigación de la Embajada del Japón en Bolivia, Yoshie Iwaya, motivó a los productores del país a ofertar sus mercancías.
El mercado japonés está abierto a la producción boliviana, actualmente la quinua, el sésamo y el café son los productos más demandados, aunque lo que más exporta Bolivia son minerales, y lo que más importa, vehículos.
“El café boliviano tiene muy alto potencial”, señaló Iwaya, al indicar que para exportar a Japón se deben cumplir estándares de calidad; caso contrario, los productos son destruidos.
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