La automatización inteligente, la robótica avanzada y la impresión 3D son los nuevos factores que influyen al momento de establecer qué lugares son atractivos para la producción.
INFORME
Según un nuevo informe publicado por el Grupo Banco Mundial, estos cambios podrían generar graves perturbaciones en el empleo del futuro, especialmente en el caso de los trabajadores poco calificados; no obstante, también ofrecen oportunidades.
En el informe titulado Trouble in the Making? The Future of Manufacturing-Led Development (¿Dificultades en ciernes? El futuro del desarrollo impulsado por el sector manufacturero), se ponen de relieve los cambios resultantes en la capacidad del sector manufacturero para crear empleo y rescatar a las personas de la pobreza en los países en desarrollo. Asimismo, se insta a los encargados de formular políticas a modificar su enfoque para fomentar la creación de empleo en el sector manufacturero y preparar a los trabajadores para los empleos del futuro.
ESTRATEGIAS
“La tecnología y la globalización están cambiando el modo en que el sector manufacturero contribuye al desarrollo. Debemos aprovechar este cambio en lugar de temerle. En el pasado, este sector creaba empleos para mano de obra no calificada y generaba aumentos de la productividad. En el futuro, los países en desarrollo deberán actualizar sus políticas, así como sus estrategias en materia de infraestructura, capacidades de las empresas y creación de empleo para satisfacer las demandas de un mundo más avanzado desde el punto de vista tecnológico”, señaló Anabel González, directora senior de la Práctica Global sobre Comercio y Competitividad del Grupo Banco Mundial.
En el informe se señala que los cambios tecnológicos y las variaciones en los patrones de globalización darán lugar a una reformulación de las estrategias de desarrollo impulsado por el sector manufacturero. El ritmo del comercio está disminuyendo. Las cadenas de valor mundiales siguen concentradas en un número relativamente pequeño de países.
Si bien estas tendencias generan el temor de que el sector manufacturero deje de ofrecer una trayectoria de crecimiento accesible para los países de ingreso mediano y bajo, en el informe se señalan las prioridades en materia de políticas que pueden ayudar a estas economías a enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ellos generan.
“Los países pueden aprovechar las nuevas y promisorias oportunidades para incrementar la productividad y crear empleo si los encargados de formular políticas adoptan enfoques que se adapten a los cambios tecnológicos y las variaciones en los patrones de globalización”, señaló Mary Hallward�‘Driemeier, una asesora económica senior en la de Práctica Global sobre Comercio y Competitividad del Grupo Banco Mundial y coautora del informe.
EMPLEO
En Bolivia, la industria manufacturera proporciona empleo a 112.000 personas y su contribución al producto económico se habría estancado en 16 por ciento desde hace más de tres décadas, sostuvo el expresidente de la Cámara Nacional de Industrias, Mario Yaffar.
TRES ACCIONES CLAVE
Para lograr competitividad deberá asignarse más importancia a las reformas que reducen el costo unitario de la mano de obra.
Para crear capacidades será necesario dotar a los trabajadores de un nuevo conjunto de aptitudes, fortalecer la capacidad de las empresas para incorporar nuevas tecnologías y proporcionar nueva infraestructura y nuevas reglas para respaldar el uso de esas tecnologías.
Para promover la conectividad se deberá seguir propiciando la apertura al comercio de bienes, incluidas las materias primas y los componentes.
Fuente: GRUPO DEL BANCO MUNDIAL
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