Debido a la caída del precio del petróleo a nivel internacional y a su vez la crisis económica que vive el departamento de Tarija, la producción de la industria de curtiembres bajó un 30 por ciento,
razón por la cual existe preocupación en este sector. A su vez dejaron de exportar a los mercados de Italia y Portugal, que normalmente se constituían en una fuente fundamental para la comercialización de cuero.
Así lo informó el propietario de la curtiembre San Juan, Julio Cesar Rodríguez, quien a su vez manifestó que a pesar de la compleja situación por la que atraviesan, continuarán con perseverancia para no decaer.
“Nuestra producción está muy baja, está en un 30 por ciento de nuestra capacidad instalada, es un momento muy difícil de la industria. Por su naturaleza de que el cuero acompaña al precio del petróleo también se caen los negocios del cuero”, aseveró.
En este sentido señaló que es importante el acompañamiento de las autoridades con políticas públicas. Por ejemplo la ejecución de jornadas de capacitaciones para la adquisición de nuevas tecnologías. A su vez que éstas se refuercen con los compromisos de ambas partes para lograr objetivos conjuntos respecto al apoyo al sector de la producción de cuero.
Según Rodríguez, desde inicios de esta gestión ya no se exporta a ningún país del mundo ya que la demanda disminuyó considerablemente. Es por ello que actualmente se dedican sólo a comercializar en el mercado interno. Sin embargo, la demanda local es muy baja por lo que normalmente siempre existen excedentes.
Contaminación de afluentes
El viernes 23 de septiembre, en instalaciones de la Cámara de Industria y Comercio de Tarija (Caincontar), se desarrolló un conversatorio respecto a las tecnologías que pueden utilizarse para disminuir el grado de contaminación de las afluentes que son provocados por las curtiembres.
En este sentido, el gerente propietario de la curtiembre San Lorenzo, Aníbal Segovia Castillo, manifestó que el gremio de la curtiembre puede “ser amigable con el medio ambiente”, es decir, que es posible desarrollar el proceso de la transformación de las pieles al cuero sin provocar grandes daños al entorno.
Según Segovia, la contaminación de los afluentes es mínima ya que su producción es reducida, pues tan sólo llegan a 30 cueros por día. Sin embargo, prevén adquirir nueva tecnología para disminuir un 50 por ciento la contaminación ya existente, ello se logrará en el plazo de un año.
Segovia señaló que la contaminación producida por la actividad no es de magnitud y que no hay motivo para que la gente se alarme ya que los materiales con los que curten son el cromo y otros ecológicos y no con el mercurio, que sí es un elemento dañino.
El expositor y experto en gestión ambiental y tratamiento de aguas residuales de la industria del cuero que llegó desde Ecuador, Marco Buestán, expresó que con la aplicación adecuada de nuevas tecnologías se puede reducir la contaminación hasta un 85 por ciento. De la misma manera señaló que las dos empresas de curtiembres de Tarija tienen avances considerables ya que optimizaron el proceso de transformación y utilización del cuero.
“El cuero siempre será útil, todo lo que hemos avanzado en la civilización se lo debemos al mismo, por lo tanto Tarija y sus empresarios se han comprometido esta mañana a generar información, a capacitarse y prepararse, y también ya invirtieron en ese sentido”, señaló.
El impacto de las curtiembre en la salud de productores
El proceso de curtido produce cantidades significativas de polvo y sulfuro de hidrógeno. Las otras emisiones gaseosas provienen de la separación del amoníaco y de las calderas. Además, el proceso genera desperdicios sólidos en forma de carne, polvo arenoso, recortes de las pieles, lodos, grasas, etc., que se rescatan, normalmente, para vender a las plantas de recuperación de grasa. Asimismo se vende el pelo, como subproducto. La dermatitis constituye el peligro principal para la salud.
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