Producción nacional venida a menos. Rubén Suárez, propietario de la barraca Suárez, indicó que las ventas han bajado considerablemente por la competencia de madera que ingresa desde el extranjero y por el cambio en los insumos para la fabricación de muebles al igual que en las obras de construcción. "Las barracas estamos comprando poca madera para no quedarnos con el material sin vender. Los precios han bajado, por ejemplo, el ochoó está en Bs 4 el pie y antes lo vendíamos hasta en Bs 7, el verdolago se encuentra en Bs 9 y antes estaba en Bs 12. Entonces me imagino que muchas barracas van a cerrar por esta situación", dijo Suárez.
En tanto, Juan Pablo Seidwald, propietario de la barraca Carlos, afirmó que todas las especies de madera han bajado su precio, porque las empresas constructoras ya no utilizan el insumo en las obras, además de la sobreoferta del producto. También comentó que el aserradero Carlos, que era de su propiedad, dejó de operar por la falta de rentabilidad.
"Las ventas han bajado entre un 70 a 80% y el ochoó es la especie que más ha disminuido su precio. Las empresas ahora utilizan planchas metálicas porque acelera el proceso de construcción, entonces los primeros en verse afectados son los aserraderos, en nuestro caso, el año pasado ingresamos al monte y hemos perdido dinero, por eso este año no lo haremos y solo nos dedicaremos a prestar los servicios en la barraca", comentó Seidwald.
Madera estocada en los aserraderos. Por su parte, Giovani Castillo, responsable técnico del aserradero Oquiriquia, comentó que todas las unidades productivas tienen bastante madera pero no existen compradores, incluso con especies que están depositados desde hace cinco años. También comentó que ingresarán al bosque en la zafra maderera pero para hacer un mínimo aprovechamiento. "Tenemos arriba de medio millón de pies estocados para poder vender. Ya no vendemos por camiones como antes, sino directamente al comprador, no entregamos para revender. Además que en la construcción se está utilizando cerchas de aluminio y otros tipos de insumos que están desplazando a la madera", dijo
Ante esta situación la Cámara Forestal de Bolivia (CFB) envío hace dos meses una carta al Gobierno sugiriendo aplicar algunas medidas para proteger e impulsar la industria y a la fecha no han tenido respuesta.
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