El presidente de la Fedjuve, Arturo Leandro, hizo conocer ayer que la denuncia será presentada el lunes 1 de agosto en el Ministerio Público por mandato de los dirigentes que se reunieron en ampliado la noche del viernes 29 de julio.
Los dirigentes de las juntas vecinales cuestionaron el incremento del pan de batalla de 3 unidades por un Boliviano a 0,40 la unidad. Alegaron que no existe justificativo alguno para ello.
En la oportunidad, se destacó que el trabajo de campo, en la panadería San Francisco, se estableció que cada pan equivale a una inversión de 0,24 centavos de Boliviano. De ese modo, el alimento debería seguirse vendiendo en tres unidades por un Boliviano.
La prueba de campo se realizó con un quintal de harina entregada por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), la cual es calificada de mala calidad por los panificadores asociados.
Los panaderos contratados para realizar la prueba de campo sacaron 1.281 unidades de pan del quintal de harina de Emapa y lo curioso es que el peso de cada uno de ellos estaba entre los 40 y 45 gramos, cuando los panificadores potosinos expenden un producto de no más de 35 gramos. Así, se deduce que su ganancia es mayor todavía.
PARO
Aunque los dirigentes de los panificadores asociados informaron que no habría paralización de sus labores, ayer las tiendas de barrio estaban desprovistas de este alimento y cuando se consultó las razones, las vendedoras explicaron que los panificadores no habían elaborado el producto.
El dirigente Simón Palma informó hace días que Emapa no les estaba entregando la harina.
Entonces, ya no tenían insumos para elaborar el pan, pero Palma destacó que ello no significaba que estaban entrando en paro porque aquellos que aún tenían algo de harina podrían seguir trabajando.
Desde tempranas horas de la mañana se pudo ver a las amas de casa en busca de pan para el desayuno, pero en todas las tiendas la respuesta era la misma: las panaderías habían cerrado sus puertas. Esa actitud fue considerada por los dirigentes vecinales como una presión injusta porque Emapa seguía entregando harina a menos precio a condición de que los beneficiarios mantengan el precio de tres unidades de pan por un Boliviano, aspecto que los panificadores asociados no aceptan e insisten en su intención de subir el precio con el argumento de que la harina que les dan no es suficiente y deben comprar del mecado local para atender las necesidades de la población.
Este diario intentó conocer la opinión del dirigente de los panificadores asociados, Simón Palma, respecto a la demanda que será presentada mañana.
Sin embargo, este no contestó a las llamadas que se le hizo a su teléfono celular ayer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario