Entonces, se pusieron los ojos en una empresa que tenía apenas dos años de vida, Femco, fundada por Raúl Artero y quien prometió fabricar y entregar el pedido en 30 días. Había dudas. ¿Se podía confiar en una empresa nacional? El Municipio hizo su apuesta, las luminarias llegaron en el tiempo indicado, la avenida se inauguró con la presencia del entonces presidente René Barrientos y el alumbrado permaneció durante muchos años, demostrando que sí era posible confiar en la industria nacional. Femco lo había demostrado.
Hace sólo dos semanas, en homenaje a los 50 años de vida de esta empresa, Cefilco lanzó una estampilla "doble", que muestra, de un lado las primeras luminarias mencionadas, y del otro, los primeros muebles metálicos que aparecieron en Cochabamba y que fueron fabricados también por Femco.
La historia de esta empresa prosiguió así con otros grandes proyectos en su haber, como la iluminación del Hospital Petrolero en Santa Cruz, el edificio del Banco Central de Bolivia (BCB) y el Palacio de Comunicaciones de La Paz, entre otros proyectos.
Los proyectos ejecutados son innumerables y sus principales clientes son las grandes empresas de servicios eléctricos, que regularmente suelen hacer sus demandas a pedido. Merced a ello, es que Femco ha diversificado tanto su producción, que cuenta en su haber con más de 2.000 tipos de productos entre material eléctrico y muebles metálicos.
Desde la década de los 80, la industria creada por Raúl Artero Ardaya y su esposa Lila Pereira, pasó a manos de la segunda generación. Así, hicieron de socios los siete hijos: Pablo, Bernardo, Javier, Raúl, Lareta, Santiago y Jackeline.
Actualmente, la empresa tiene por socios a Javier, Raúl y Pablo Artero, quien hace de gerente general.
"La empresa nació con esa idea de reemplazar las importaciones, demostrar que en Bolivia también podemos hacer trabajos de buena calidad", declara sobre el tema Pablo Artero, quien reconoce que, sin embargo, el 70 por ciento del material metálico es importado (de Perú, México, Brasil y China).
Pero el proceso y la mano de obra es boliviana. El producir más de 2.000 productos distintos obliga a la planta a contar con distintos tipos de maquinaria y alternar los ítems entre semana.
Por varios años, Femco trabajó en los procesos de mejoramiento continuo de la calidad y productividad (Pmccp) y logró la obtención del certificado de la calidad ISO 9001 en febrero de 2000, documento que le fue revalidado hasta 2016.
"Hemos nacido con la idea de reemplazar los productos de importación"
La empresa
Originalmente, Femco funcionaba en la General Achá esquina Falsuri, en ambientes de una antigua fundición. Allí estuvo hasta 2003. En 1978, se abrió la nueva planta en D’Orbigni y Beijing, que posteriormente llegó a ser su sede central. Cerca de 1980, se habilitó la fundición en Puntiti.
Actualmente, Femco destina la planta de la Beijing a la fabricación de los objetos eléctricos y metálicos (metalmecánica liviana), mientras que la de Puntiti hace todo estos, además de las fundiciones.
Sin embargo, el continuo crecimiento y la necesidad de centralizar los trabajos ha llevado a la empresa a la decisión de centralizar todo en Puntiti. Ése es el proyecto a mediano plazo.
Por lo pronto, en ambas plantas cuenta con 150 trabajadores y al menos tres centenares de máquinas.
Los productos
Femco produce más de 2.000 ítems en productos, ordenados y clasificados en 11 marcas registradas.
Los productos llegan a todo el país, mediante 27 oficinas distribuidoras asentadas en siete departamentos, aunque las ventas a las grandes eléctricas hacen que de alguna manera lleguen a todo el país.
En algún momento se exportó, pero el objetivo meta de la empresa es el mercado nacional.
Hay competencia de productos brasileños, argentinos, chinos y últimamente colombianos, pero, según explica el gerente Pablo Artero, la población confía cada vez más en la industria nacional. Además, Femco tiene la ventaja de que puede trabajar pedidos específicos de las grandes empresas eléctricas.
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