El plan del gobierno de Dilma Roussef consiste en postergar los ajustes salariales y contrataciones en el sector público, en eliminar 10 de los 39 ministerios y en reducir 1.000 empleos y el gasto social en vivienda y salud, entre otras medidas.
El dólar volvió a subir en 1,02 % y se cotiza en 3,85 reales para la compra y a 3,85 para la venta en el tipo de cambio comercial. La devaluación en el año es de 29,2%.
Los presidentes de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Guillermo Pou Munt; de la Cámara Departamental de Exportadores de Santa Cruz, Wilfredo Rojo, y el expresidente del BCB Juan Antonio Morales coincidieron en afirmar que si bien la medida no afectará en la demanda de gas, sí dejará consecuencias en el mercado interno con la invasión de productos brasileños.
"Es poco probable que las compras desde Brasil se reduzcan. Pero será más barato comprar de ese país, debido a la tendencia creciente en la internación de diferentes productos y que actualmente ya afecta a la industria nacional, como en los casos de los zapatos y muebles, lo que va en detrimento de las empresas bolivianas”, dijo Pou Munt.
Si se mantiene la tendencia a devaluar la moneda, el mercado brasileño será inaccesible para el sector exportador, pese a que las ventas de productos no tradicionales son mínimas.
Rojo coincidió con esa opinión y dijo que el impacto de las medidas anticrisis en ese país será neutro en las exportaciones, porque no se efectúan envíos de importancia.
"Lo que sí ocurrirá es que se vuelque parte de su mercado hacia Bolivia, lo cual afectará la producción local con productos de contrabando; actualmente el sector arrocero está afectado”, advirtió Rojo.
Morales afirmó que no hay riesgo de que baje la demanda de gas, porque el volumen que se envía responde a un contrato bilateral de largo plazo.
"Pero las medidas de austeridad de Brasil tendrán efectos sobre su demanda interna. La contracción de ésta hará que los productores busquen salida para sus productos en mercados externos. Se puede esperar, como sucedió en otras ocasiones, que nuestros mercados se vean inundados con productos brasileños que ingresan de contrabando”, argumentó.
En el largo plazo, el saneamiento de la economía del país vecino beneficiará a todas las naciones con las que mantiene relaciones comerciales y que incluye a Bolivia, explicó.
Si las importaciones de Brasil llegan con precios más bajos, esto puede ayudar a mantener una inflación baja, dijo.
"Empero, hay que subrayar que gran parte de esas importaciones son de contrabando y afectarán negativamente a los productores nacionales, cuya producción tiene que competir con esos productos”, explicó el especialista.
La balanza comercial
Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, que efectuó un análisis con datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2014 se exportó a Brasil un valor de 3.818,3 millones de dólares. A julio de este año las ventas a ese país suman 1.545,3 millones de dólares (ver gráfico).
El principal producto exportado al país vecino es el gas natural, cuya venta sumó 3.750,1 millones de dólares (98,2%) en 2014; otros artículos, como los boratos de sodio, los frijoles, el óxido de antimonio y otros, sólo llegaron, en esa misma gestión, a 68,2 millones de dólares.
Por ejemplo, durante este mes, YPFB Transporte envió al mercado brasileño un volumen promedio de 31,5 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), según el reporte de la página web de la petrolera estatal.
En el caso de las importaciones, a julio ascendieron a 923,7 millones de dólares.
Los productos más comprados por el país son las barras de hierro o acero, el betún de petróleo, los muebles de madera para dormitorio, los papeles y otros.
La balanza comercial, por tanto, es positiva.
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