El inicio de operaciones de la Planta de Propileno Polipropileno tiene un retraso de al menos cinco años mientras que el complejo Etileno Polietileno arrastra un rezago de nueve. Analistas consideran que la industrialización de los hidrocarburos aún no comenzó.
Según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE), de YPFB Corporación y de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos difundidos en 2010, 2011 y 2012, la primera factoría debía comenzar a operar en 2018 y la segunda en 2016.
Sin embargo, de acuerdo con información incluida en el documento “Políticas y Desafíos Energéticos 2015-2020” del MHE, Propileno y Polipropileno iniciará sus operaciones en 2021 y Etileno Polietileno en 2025.
“La industrialización ha sido parte muy importante del programa de gobierno del MAS desde 2006. Estamos a diez años de aquello y se puede ver que no hay resultados (...). El proceso de la industrialización no ha empezado todavía”, porque “hasta la fecha no ha producido nada”, subrayó el experto en temas hidrocarburíferos Hugo del Granado.
La primera planta, que se construirá en Tarija con una inversión de $us 1.800 millones, industrializará el propano extraído del gas que procesa en la Planta de Separación de Líquidos Gran Chaco “Carlos Villegas” para producir 250.000 toneladas métricas año (TMA) de plásticos duros de tipo industrial. Los estudios de ingeniería conceptual y los servicios de apoyo estratégicos ya fueron terminados por la italiana Tecnimont, que se adjudicó el proyecto en noviembre de 2014 por un monto de $us 4,2 millones.
PROYECTOS. La segunda etapa del proyecto, el estudio de ingeniería básica extendida —que determinará la cantidad de gas necesario, las tecnologías, los servicios y las condiciones preliminares de operación, peso y dimensiones de los equipos para la planta— durará aproximadamente un año, al cabo del cual se lanzará la licitación para la construcción del complejo.
Tecnimont también se adjudicó en octubre de 2012 el estudio de la ingeniería conceptual de la planta de Etileno y Polietileno por $us 3,8 millones. La planta, que se construirá en el Chaco tarijeño con una inversión de $us 1.760 millones, tomará el etano separado en Gran Chaco y lo convertirá en al menos 600.000 TMA de plásticos blandos de diversa densidad.
El desarrollo de esta planta estaba vinculado inicialmente a la industrialización del Mutún, que fracasó luego de que Jindal se fuera del país, según el Gobierno, porque la firma india no contaba con el suficiente dinero para transformar el hierro en acero, y según Jindal, porque no habían en el país las condiciones para invertir los $us 2.100 millones comprometidos, entre ellas el abastecimiento de gas para el complejo.
Otro de los proyectos grandes de industrialización del Gobierno es la Planta de Amoniaco Urea, que es construida en la provincia Carrasco (Cochabamba) con una inversión de $us 862,5 millones. El complejo producirá unas 756.000 TMA de fertilizantes, de las que el 15% se destinará al mercado interno y el 85% a la exportación.
La planta comenzará a producir en 2016, aunque el inicio de operaciones estaba previsto para este año.
ETAPAS. Del Granado hizo notar que la construcción de parte de la ferrovía Montero-Bulo Bulo, esencial para exportar los fertilizantes producidos en la nueva planta, está postergada y, por lo tanto, la infraestructura de transporte necesaria para el proyecto no se terminará antes del inicio de operaciones de Amoniaco Urea.
Para el analista Álvaro Ríos, el país está dando “los primeros pasos” hacia la industria petroquímica, pero el camino es difícil por la condición mediterránea del país, sin puertos y centros para atender la demanda interna y externa. Lo positivo, agregó, es que hay mercados para plásticos y principalmente fertilizantes; y existe la materia prima para su producción (gas), la cual solo será sostenible con “mayor exploración”.
El especialista Guillermo Torres, por su parte, dijo que las plantas serán rentables solo si su producción se acomoda en mercados internacionales asegurados, ya que en Bolivia la demanda de estos artículos es mínima, y si el país cuenta con una “carísima” infraestructura de transporte, que hoy no se ve. “Si Bolivia quiere dedicarse a la industrialización que sea rentable, no tiene que emplear gas subvencionado a precio de mercado interno ni tampoco liberar esa industria de impuestos”.
Un ‘contrato convertible’ acelerará el proceso
La planta Propileno, que debe operar en 2021, se licitará este mes
YPFB Corporación reveló que el proceso de construcción de la Planta de Propileno Polipropileno se agilizará a través de un “contrato convertible” que permitirá que el complejo comience a operar en 2021.
“En septiembre, nuestro presidente (Evo Morales) anunciará la fecha en la que vamos a poder ir a licitar un FEED-EPC (ingeniería de detalle, adquisición de equipos y construcción) de esta planta bajo un contrato convertible, tratando de esta manera de acortar los plazos de construcción y que pueda ponerse en marcha en 2021”, dijo el titular de la petrolera estatal, Guillermo Achá, durante el último congreso de la CBHE.
Según el exministro de Hidrocarburos Guillermo Torres, el término “convertible” es muy amplio y puede significar que todas las fases de un proyecto sean ejecutadas por una misma empresa —lo cual va en contra de los procesos de control y fiscalización— o que la planta pueda ser financiada por el Estado y otros socios.
“Hemos estado trabajando en los términos de referencia (de este contrato) desde enero. Estamos listos para poder licitarla”, agregó Achá.
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