El representante de la OPS en Bolivia, Luis Leanes, informó que el último estudio Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efectos sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas que fue elaborado entre 2000 y 2013, muestra que en 13 años el incremento de consumo de gaseosas por cada habitante boliviano casi se triplicó.
"En 2000, cada persona consumía anualmente 37,6 litros de gaseosas en Bolivia. En 2013 ese consumo se incrementó a 94,5%; es decir que fue creciendo al 7,3% por año”, indicó Leanes.
Explicó que con el 105% de incremento, Bolivia se ubica en el segundo lugar, de los 17 países de la región, donde se consumen más bebidas gaseosas. En primer puesto está Uruguay, que reportó un incremento del 172%.
El estudio también indica que no sólo se incrementó el consumo de ese producto, sino también de otros ultraprocesados como papas fritas, galletas y golosinas, entre otros. Éstos se caracterizan por contener alta cantidad de azúcar, sal, grasas saturadas y grasas trans.
El informe también revela que en Latinoamérica, México lidera el consumo de alimentos ultraprocesados con un máximo de 210 kilos anuales por persona. Le sigue Bolivia con 102,5 kilos. "Eso significa que Bolivia consume la mitad de lo que ingiere México”, enfatizó Leanes.
Afecta a la salud
El representante de la OPS aseguró que la tendencia de consumo de esos alimentos es ascendente y, por ende, "preocupante”, ya que afectará aún más a la salud de la población. También incrementará la obesidad y el sobrepeso y por consiguiente el índice de muertes por Enfermedades No Transmisibles (ENT) como la diabetes y los males cardiovasculares.
Según un estudio que la Asociación Americana del Corazón hizo en 2010, en los países americanos, Bolivia ocupa el tercer lugar en sobrepeso y obesidad con 48%, en segundo puesto está México con 68% y en primer lugar, Estados Unidos con 70%. En cuanto a los decesos por esas causas, en Bolivia fallecen 316 personas por cada 100 mil habitantes; en México, 459 y en Estados Unidos, 190.
Leanes dijo que el incremento de hábitos de consumo de alimentos no saludables se debe a que aún no existen políticas para regular la publicidad y a que no hay información adecuada del contenido de estos productos.
"Las estrategias de marketing de las empresas que producen estos alimentos atacan principalmente a los niños, por eso es importante regular la publicidad”, remarcó.
El 30 de abril, Página Siete informó que el Ministerio de Salud elaboró un proyecto de ley que prohibe la "publicidad engañosa” en los alimentos procesados, gaseosas y comida chatarra. La norma también instruye incluir en su etiqueta un semáforo de consumo: rojo, cuando el producto tenga alto contenido de grasas, azúcar o sal; amarillo, si tiene mediana concentración; y verde si es saludable.
El proyecto fue presentado a la Asamblea Legislativa y ya fue aprobado por la Cámara de Diputados. Será tratado en los siguientes días por Senadores.
Gaseosas crean resistencia a la insulina
De acuerdo con el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Luis Leanes, una gaseosa al día produce transtornos metabólicos, hígado graso y resistencia a la insulina.
"Cuando uno toma la gaseosa, el azúcar pasa rápidamente a la sangre y no lentamente como cuando come una fruta. Esos picos de insulina que genera la gaseosa hacen al organismo resistente a la insulina, dañan células del páncreas y la persona termina con una resistencia a la insulina y una diabetes tipo 2”, dijo.
Explicó que una botella de 500 mililitros contiene 56 gramos de calorías y un niño de 13 años sólo debe consumir 52. Es decir que con sólo consumir una gaseosa ya se consume todos los alimentos que debe digerir todo el día.
Aseguró que lo mismo ocurre con el azúcar y la sal. Esos productos "son adictivos por lo que es importante evitarlos y consumir la gastronomía nacional”, recomendó.
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