Recordó que el Gobierno Nacional demanda inversiones a las empresas privadas y en ese sentido dijo que están invirtiendo, “con la esperanza de que las autoridades garanticen y reconozcan este esfuerzo, fomentando dicho crecimiento, sin dejar de lado las importantes tareas que deben enfrentar para resolver la problemática integral de salud”.
Añadió que uno de los factores adversos que la industria debe enfrentar y que impide el desarrollo del sector es la presencia de los denominados “medicamentos ilícitos” sin registro sanitario, falsificados, adulterados y de contrabando.
Advirtió que los medicamentos de contrabando ingresan al país de manera irregular y sin cumplir con las normas legales y los controles de calidad que establecen la “Ley del Medicamento” y sus reglamentos.
RIESGOS
El flagelo del contrabando no solo afecta a la industria nacional sino que pone en riesgo la salud y la vida de la población, constituyéndose en una actividad ilegal que debe ser combatida por las instancias correspondientes, al constituirse en un crimen de lesa humanidad, mencionó el representante de Cifabol
Ayllón mencionó que la problemática está incrustada en el mercado y que parece incontrolable.
Advirtió también que la actividad del contrabando puede crecer aún más como resultado de las devaluaciones de moneda que están afectando a países vecinos.
En este clima poco favorable, el presidente de Cifabol, señaló que la industria se desarrolla, invierte, genera cerca de 12.000 empleos directos e indirectos y provee al país medicamentos de alta calidad y con valor agregado, abasteciendo alrededor de un 60 por ciento de los medicamentos requeridos en la seguridad social a corto plazo, y un 40 por ciento del mercado privado, coadyuvando así a mejorar la salud de los bolivianos y bolivianas.
PREOCUPACIÓN
Según las denuncias que recibe Cifabol, una mayor incidencia de la actividad de contrabando se registra en el sur del país, por donde ingresan medicamentos argentinos, promovidos por la paridad cambiaría de ese país.
“Y muy particularmente toda la región oriental y norte de Bolivia por donde también se hace ingresar productos de procedencia brasileña”, puntualizó Ayllón.
En esta situación de ilegalidad se incluyen también los productos que circulan sin registro sanitario en los rubros de cosméticos (cremas, jabones, champús, desinfectantes, entre otros); insumos médicos (algodón, vendas quirúrgicas, jeringas); productos probióticos (alimentos con valor terapéutico) que también ingresan al país en forma masiva por vía contrabando y se venden sin ningún control en los mercados.
ESCASO CONTROL
Cifabol cuestionó también el escaso control que realizan las instancias correspondientes del Ministerio de Salud hacia los productos de contrabando en el país.
La propuesta de Cifabol, basada en su experiencia cotidiana de efectuar denuncias ante la Unidad de Medicamentos y Tecnología en Salud del Ministerio de Salud (Unimed), está centrada en que el Gobierno apruebe políticas serias y efectivas que hagan frente a este flagelo, promoviendo el fortalecimiento institucional de las autoridades competentes como el funcionamiento permanente del “Comité Multidisciplinario de Vigilancia y Control de Medicamentos”.
Dicho comité, que podría hacer un control más riguroso del contrabando y productos falsificados, está conformado por representantes del sector como Unimed, Aduana Nacional, Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, la Asociación de Farmacias, el laboratorio de Calidad de Medicamentos y Toxicología de Bolivia y Cifabol, recordó Ayllón.
Actividades de prevención
La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) realiza actividades de prevención en la compra y consumo de medicamentos de contrabando y falsificados.
Llegan con ferias informativas a plazas y otros espacios públicos al menos una vez por año. El objetivo es informar a la gente sobre la identificación de los productos ilícitos.
70 por ciento de los fármacos es de importación
Un informe que Cifabol dio hace cuatro años respecto a la situación de los medicamentos en Bolivia indicaba que el 70 por ciento de lo que se consume en el país son fármacos de importación.
Esta situación afecta al sector nacional que cuenta con la capacidad de satisfacer la demanda y requerimientos de la salud en el país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario