Necesidad de un pacto social La ABT realizará otras actividades en busca del pacto social, previo a la Cumbre Forestal, por ejemplo: en julio se llevarán a cabo giras de equipos técnicos dedicados al campo forestal a países como Chile, Brasil y Paraguay. Las delegaciones estarán conformadas por indígenas, empresarios y políticos entre otros; en agosto se sostendrán reuniones y talleres por separado con cada uno de los eslabones de la cadena forestal; el cuatro de septiembre se llevará adelante en Santa Cruz un Simposio Forestal Internacional.
"En el caso boliviano dos terceras partes de las tierras cubiertas por bosques son propiedad del sector indígena, que para dedicarse al desarrollo integral carece de conocimiento, no cuenta con tecnología de punta y mucho menos de recursos económicos. Por este motivo, considero necesaria y urgente la intervención del Estado a través de una alianza público-privada que derive en un pacto social. En esta alianza estratégica debe incluirse a todos los actores de la cadena forestal con la finalidad de involucrarlos y comprometerlos con las políticas públicas del Estado", dijo Rolf Köhler Perrogón, director ejecutivo de la ABT.
Desarrollo integral de los bosques. En este marco se está buscando promover el desarrollo integral de bosques y tierra con un manejo sostenible, que significa aprovechar todos los recursos de los bosques, siendo la última instancia la madera. Este modo de explotación garantiza la seguridad alimentaria de las comunidades y también sirve para ejecutar emprendimientos económicos con productos naturales.
Es por ello que la ABT ha comenzado a trabajar con sus Planes de Desarrollo Integral (PGIBT), que a la fecha se realizan en 23 comunidades de Pando.
"En el espacio territorial comunitario se busca conjugar actividades productivas como la agricultura, ganadería, ecoturismo, apicultura, forestal (maderable y no maderable), recolección de frutos amazónicos como la castaña, el asaí, el majo y la jatata entre otros", señalan desde la ABT.
La institución tiene en carpeta 41 comunidades dispuestas a sumarse al modelo cuyo costo representa más de $us 7.000 por cada uno. Filadelfia, Bolpebra, Bella Flor, Puerto Rico y Santa Rosa del Abuná son los cinco municipios de Pando que dieron el primer paso al aceptar el desafío de encarar la gestión integral de bosques.
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