El precio del quintal de harina importada, principal insumo para la elaboración del pan en La Paz, no deja de subir. Según el reporte del Ministerio de Desarrollo Rural, el precio mayorista de este producto subió por encima de los 164 bolivianos, mientras los panificadores aseguran que llega a costar, en el denominado "mercado negro", hasta en 190 bolivianos.
Según el reporte del Gobierno, este incremento se debe a que hay una mayor demanda de los propios panaderos, aunque éstos aseguran que se trata de un proceso especulativo que, esperan, se acabe en los próximos días.
El informe del Gobierno señala que la harina blanca procedente de Argentina de las marcas Leticia y Cañuelas, registró una subida "por un incremento significativo de la demanda del sector panificador, por la eliminación de la subvención a la harina por parte del Gobierno". Sobre el particular, el dirigente de los panificadores de La Paz, Félix Quenta, dijo que el precio del insumo está entre 180 y 190 bolivianos.
Esto generó un temor en el sector porque consideran que si trepa por encima de los 200 bolivianos el quintal, tendría que modificarse nuevamente el precio de la unidad de pan, que pasó de 0,40 a 0,50 bolivianos. Aunque también preocupa el descontrol que se generó en el precio del principal alimento de las familias bolivianas, luego que el Gobierno suspendiera la subvención del precio que se entregaba a los panificadores, debido a que si bien se incrementó el precio, hay productores que no respetan el peso que debería tener el producto. Esto obligó a los dirigentes a buscar una reunión con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, para elaborar una hoja de costos, pero principalmente para plantear la necesidad de que se venda por kilo, como ocurre en otros países.
A PARTIR DE LA DECISIÓN DEL GOBIERNO DE SUSPENDER LA SUBVENCIÓN DEL PRECIO DE LA HARINA que se entregaba a los panificadores, el precio y el peso del pan ingresó en un proceso de libre mercado, sin que medie ningún control. El pan se vende a 0,50 bolivianos, pero a un peso menor al que se exige y un tamaño que deja mucho que desear, según los propios dirigentes de los panificadores.
190 bolivianos llega a costar el quintal de harina blanca importada en el denominado "mercado negro".
UNA MEDIDA RESISTIDA
De una forma sorpresiva, el Gobierno decidió suspender la subvención del precio de la harina que se entregaba a los panificadores.
MEDIDAS DE PROTESTA
> Los panificadores decidieron una serie de medidas de presión para obligar al Ejecutivo a retroceder y lograr que se restituya la subvención de la harina.
> El Gobierno garantizó que el quintal de harina se venderá a 160 bolivianos, pero los panificadores consideran que el insumo que se importa, principalmente de Argentina, tiene una mejor calidad para elaborar pan.
> El precio de la harina subió en casi 5 bolivianos y en el mercado negro llega a costar hasta 190.
DESCONTROL SIN SOLUCIÓN
El precio y el peso del pan no tiene control en la ciudad de La Paz. Hay quienes venden a 0,50 bolivianos con un peso por encima de los 60 gramos, pero también hay otros que venden al mismo precio pero con un menor peso y un tamaño reducido.
> A raíz de esta especie de libre mercado en la venta del pan, los dirigentes paceños proponen que el producto se venda por kilo.
> En criterio de este sector, este tipo de comercialización del pan acabaría con la especulación, aunque todavía faltaría definir su regulación.
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