Una comerciante de zapatos brasileños vende 250 pares por semana; una que ofrece los de industria nacional, 50. En el último quinquenio, la importación de esta prenda creció en 122%. El año pasado las compras sumaron $us 112 millones.
Los calzados fabricados en el exterior son cada vez más requeridos por los bolivianos, pues los compradores les atribuyen dos atributos: están a la moda y dan protección y comodidad al pie.
En 2010, la importación de este accesorio fue por valor de $us 50,32 millones y para 2014 llegó a $us 111,89 millones, es decir, hubo un crecimiento del 122%, de acuerdo con el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con base en cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2014, este artículo fue internado a Bolivia desde 59 países. En lo que va del año, los principales proveedores de calzados fueron China (62%) y Brasil (19%). Entre los más requeridos están las zapatillas de entrenamiento, gimnasia, baloncesto y similares por un valor superior a los $us 3,9 millones.
También tienen buen mercado los zapatos de suela con la parte superior de caucho o plástico que representan el 45% del total importado, es decir, 272 toneladas por $us 2 millones.
Los principales departamentos que importaron este accesorio, en lo que va del año, fueron: Cochabamba (36% sobre el total importado), Santa Cruz (30%), Tarija (18%) y Oruro (8%).
Para el economista Armando Álvarez, el fenómeno se debe al crecimiento del poder adquisitivo de las personas, que les permite comprar más de estos productos, y por otro lado, debido a que “la industria nacional no logra satisfacer la demanda interna”.
“La industria china tiene una capacidad masiva de producción e importación y lo hace a precios muy competitivos. La variable principal es el precio, porque este país produce para todo el mundo; otro factor es su capacidad de innovación y de diseños más actualizados”, explica el economista, tras precisar que esos componentes del producto extranjero hacen que sea más atractivo para adquisición de la población boliviana.
Según los fabricantes de zapatos bolivianos, la importación de este accesorio está provocando que varios talleres terminen cerrando operaciones. La Razón visitó una de las ferias más populares de la ciudad de La Paz que se encuentra en la avenida Tumusla, donde 33 pequeñas empresas locales ofertan una gran variedad.
“Nuestras ventas han bajado en un 50%. Los importadores de zapatos chinos son los que nos hacen competencia y la gente prefiere ese producto porque son novedosos y más baratos, pero duran muy poco”, lamenta Janeth Cocarico, vendedora de calzados nacionales Ardical.
Cocarico se dedica a este negocio hace más de diez años y recuerda que hace cinco años vendía diez pares al día en promedio. “Ahora vendo a lo mucho cinco pares. Ya no nos conviene dedicarnos a este rubro, menos a los dueños de las fábricas. Ganamos un sueldo fijo, pero si no vendemos ¿de dónde nos van a pagar?”.
En tanto, Kely Franco, que vende zapatos brasileños Aquarella, indica que a la semana “acomoda” 250 pares, aclaró que sus clientes le compran “porque van con la tendencia de la moda, son cómodos y se puede elegir modelos a través de un catálogo. Además, hay la opción de pagar en cuotas mensuales”. Sus clientes son oficinistas y personas con ingresos fijos.
Para Natividad Quisbert, propietaria de calzados para hombres Landruber, la importación de zapatos chinos y brasileños “está afectando a las pequeñas fábricas nacionales”. Por lo que pide al Gobierno el control de las importaciones y de las fronteras, en vista de que también ingresan zapatos de contrabando de Perú, por la frontera en Desaguadero.
“Pedimos el apoyo a las autoridades porque nosotros damos empleo a mucha gente, pero a consecuencia del crecimiento de las importaciones, las ventas han bajado un 75% el año pasado. Incluso me he visto en la obligación de reducir mi personal de 25 a nueve obreros y he dejado de viajar al interior del país. Antes viajaba cada semana a dejar hasta 50 docenas de zapatos a los comerciantes de Tarija y Santa Cruz”, manifestó Quisbert.
Denuncian contrabando de zapatos desde Perú
La Asociación de Productores de Calzados de La Paz (Aprocalpaz) denunció a La Razón el ingreso indiscriminado de zapatos de contrabando de Perú, por el Desaguadero. Indicaron que esta actividad les hace una “competencia desleal”.
“Las importaciones de zapatos nos afectan, pero lo que más nos preocupa es el contrabando de zapatos, que está entrando del Perú, por Desaguadero, porque nos hace una competencia desleal”, afirma Justa Quispe, expresidenta de Aproclapaz y dueña de Calzados Calén.
Cuenta que hace cinco años viajaba con frecuencia al interior del país para vender los zapatos que fabrica y actualmente no lo hace, porque sus caseras van a Desaguadero y “llevan grandes cargamentos de zapatos” para venderlos a “precios regalados”.
“El contrabando de zapatos, no solo del Perú sino de todas partes, hasta de Chile, nos está matando a las microempresas”, dice por su parte Javier Miranda, propietario de Calzados Miranda. Asegura que sus ventas a consecuencia de esta ilegalidad bajaron en 50%.
“Antes llevaba a Potosí, Oruro y Cochabamba, ahora no voy a ninguno de estos departamentos, porque todos mis clientes prefieren zapatos peruanos y no nacionales. Nuestras ventas están por los suelos. ¿Cómo venden nuestros clientes?: Diciendo esto es brasileño, sin embargo es peruano”, manifestó Julio Oropeza, propietario de Modas Guiliano.
El sector pide mayor atención y control en las fronteras para evitar el ingreso ilegal de calzados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario