Tras un proceso de tecnificación, la Fábrica Boliviana de Cerámicas (Faboce) ya puso en el mercado productos elaborados con tecnogranito, material que puede ser empleado en el revestimiento de pisos, paredes y techos.
El producto ha sido denominado “mármol técnico” por la gran similitud con éste. Además del uso citado líneas arriba, su diseño y durabilidad permiten su aplicación en mesones, bares y otros.
“Es de mayor desarrollo tecnológico que la cerámica; el tecnogranito tiene brillo natural y para ello se usa feldespato, caolín y cuarzos”, explicó el gerente general de Faboce, Ricardo Auzza, tras la inauguración del stand de la empresa en la 32 versión de la Feria Internacional de Cochabamba (Feicobol), que comenzó el 23 de abril y concluye hoy.
Según el ejecutivo, en poco tiempo el tecnogranito sustituirá a otros materiales que se utilizaron, por ejemplo, en obras que forman parte de los centros históricos de las capitales de varios departamentos, es el caso del paseo Boulevard en Potosí, donde el piso será reemplazado por el mármol técnico, considerado de “alto tráfico”. Otras 70 obras de importancia en el país ya lo usan, dijo.
Auzza indicó que el producto es accesible a pesar de los altos costos que demanda su obtención y, adicionalmente, otorga mayor beneficio. “El metro cuadrado del material tiene un costo de entre 15 y 20 dólares. Cada placa es de 60 por 60 centímetros, pronto tendremos nuevos colores y diseños”, anticipó el empresario.
Según el ejecutivo, éste es el resultado de las inversiones hechas el pasado año cuando Faboce decidió emplear 20 millones de dólares en su nueva planta, ubicada en Santa Cruz, que además de incrementar la producción de otras mercaderías permitió obtener artículos de tecnogranito.
Tiene calidad de exportación, la materia prima nacional es convertida en mármol técnico en 36 horas, “lo que a la naturaleza le lleva millones de años”, precisó Auzza. El producto no es esmaltado, su brillo es natural y si el uso hace que pierda esta cualidad, una pulida repone el brillo inicial.
La materia prima es local: feldespato explotado en la Chiquitanía, caolín en Oruro y cuarzo en Santa Cruz. La tecnología italiana hizo posible contar con el nuevo producto y la inversión no solo se destinó al equipamiento, también a la capacitación del personal.
Auzza anunció que el siguiente objetivo es intensificar las “iniciativas de exportar” a Chile y Perú. “También a Venezuela, pero la idea es llegar primero a países vecinos”.
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