“Hace un mes el real estaba en tres bolivianos y llegaban entre seis y siete flotas repletas de brasileños en busca de nuestros productos, pero ahora apenas llegan dos flotas. Si esto sigue así varios negocios tendrán que cerrar o si no tendremos que cambiar la venta de ropa boliviana por la brasileña. Mejor nos sale ir a comprar a Corumbá y luego venderla en Santa Cruz o llevarla a otras ciudades", dijo la comerciante Mariela Garnica, asentada a 100 metros del paso aduanero de la frontera con Brasil.
Al igual que ella, Paola Ríos, Bernardina López y Santiago Tejada se quejan por la drástica caída de las ventas. Es que antes, los días miércoles y sábados el mercado fronterizo al lado boliviano se inundaba de ciudadanos brasileños; sin embargo, ahora hay puestos vacíos y algunos comerciantes ya abandonaron sus locales para dedicarse a otra actividad. Uno de los negocios que más surge es el de los restaurantes.
"Después de Carnaval las ventas se derrumbaron. Esto es preocupante. No creo que podamos soportar más de tres meses. Aquí tiende a incrementarse el contrabando. Lo peor de todo es que el Gobierno no genera empleos", indicó Sabino Quispe, vendedor de ropa en Arroyo Concepción.
Cruzando la frontera
En el lado brasileño se da la otra cara de la moneda. El kilo de arroz cuesta Bs 4,50 y el kilo de azúcar, 4,60. Los precios del pollo, sandalias, ropa de todo tipo y electrodomésticos también se han abaratado, según el relato de los comerciantes.
EL DEBER llegó a Corumbá, pero los domingos después de las 14:00 los negocios cierran. Algunos vendedores ambulantes indicaron que desde el lunes hasta el sábado el negocio es redondo, aunque algunos se quejan porque no ven buen margen de ganancia, debido a la devaluación de su moneda.
Lo cierto es que los productos brasileños se han ‘abaratado’ y están saliendo ávidos a ganar mercados
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