Si algo no puede faltar en una reunión social son los bocadillos para recibir a los invitados, una costumbre en la que ahora el anfitrión puede marcar la diferencia con pasankallas y azucarados fideos, arroz o trigo inflados, productos tradicionales que tomaron las cadenas de supermercados.
La empresa responsable de la incursión de estas golosinas a las grandes cadenas de abasto de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro es Industrias San Felipe (ISF), que inició sus operaciones hace casi una década vendiendo cereales sin procesar. Dos años más tarde, con la maquinaria e insumos necesarios, la factoría empezó a producir los tradicionales bocadillos dulces del país para su consumo inmediato, recordó Humberto Blas, uno de los gerentes propietarios de ISF.
“Poco a poco fuimos expandiéndonos y ahora estamos en las principales ciudades del país”, dijo el ejecutivo de San Felipe, que oferta las líneas de artículos naturales Cerenat (cereales), Sazonat (sazonadores) y Magia del Sabor (condimentos y especias).
“El enfoque principal que quisimos darle al proyecto ha sido, básicamente, trabajar con elementos naturales (...). Vimos con preocupación que había muchos alimentos en el mercado que no contaban con ingredientes naturales”, subrayó el ingeniero industrial.
Blas también destacó que el proceso de elaboración de las pasankallas, si es el caso, no es diferente al proceso de producción tradicional. “El procedimiento que se efectúa en nuestra planta es el mismo que se aplica en las fábricas de los mercados populares”.
Lo que hace diferente a los productos de la empresa, agregó, es el “cuidado especial” que se le da a las golosinas desde el proceso de siembra del maíz —siguiendo el ejemplo— hasta la comercialización. “Tras muchos años, hemos logrado identificar el maíz con las mejores cualidades para nuestra producción y el tipo de cuidado que se debe dar a la pasankalla. Seleccionamos el tipo de maíz que necesitamos e identificamos la zona agrícola que nos dará un producto que se adecue para la venta en los supermercados”, manifestó.
VENTAS. Las cadenas de supermercados en los que se pueden encontrar estos productos en La Paz son Ketal, Hipermaxi y Fidalga. El administrador de la sucursal del Ketal de la calle 15 de Calacoto, Christian Tórrez, consideró que las pasankallas, fideos y cereales dulces han tenido una aceptación favorable por parte de la población.
“Desde su puesta a la venta, hace un año y medio, estos productos tuvieron una buena acogida. El stand con el que antes contaban (para su exposición) era mucho más pequeño, pero hoy éste creció por el mayor requerimiento de la población”, recordó.
Según información del Departamento de Ventas de San Felipe, los precios de la pasankalla, fideos, arroz y trigo azucarados varían de acuerdo con el lugar en el que se comercialicen. “En el mercado informal tiene menor costo, mientras que en los supermercados éste es un poco más elevado por el tema de las facturas”, explicó una de las representantes de la industria alimenticia en la ciudad.
Las bolsas de 50 gramos de cereales azucarados como el arroz o el trigo inflados pueden encontrarse en el mercado informal de La Paz desde un precio de Bs 0,50, mientras que en los supermercados éste se va incrementando hasta llegar a los Bs 14,50 el paquete de 450 gramos de pasankalla, fideo, arroz o trigo inflado dulce.
Un sabor natural
Cocina
Industrias San Felipe comercializa unas 45 clases de productos de sus dos líneas Sazonadores Naturales (Sazonat) y Magia del Sabor (condimentos y especias) en supermercados y mercados populares de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Oruro.
San Felipe aumentará su oferta de alimentos
La línea de productos Cereales Naturales (Cerenat) contará en las próximas semanas con una nueva gama de productos alimenticios con la inclusión de cereales como el amaranto y la quinua, con los que la empresa podría incursionar en los mercados internacionales, informó Humberto Blas, uno de los gerentes propietarios de Industrias San Felipe.
“La empresa busca mercados para la quinua inflada dulce” bajo el concepto de alimentos naturales, afirmó, una característica que le permitió también incrementar su oferta de pasankallas, fideos, arroz y trigo azucarados.
Susana Aillón, consumidora de trigo y arroz inflados consideró que estos cereales son una buena alternativa para la alimentación de los niños. “Es un producto sano y además garantizado. El registro sanitario nos indica que está controlado en su producción y manipulación. Eso es una garantía para la familia”, expresó.
Blas reconoció que es “un poco complicado” abrir mercados de otros países para sus productos, aunque pese a ello la empresa ya envió muestras a Perú, Chile, EEUU y Europa. Para llegar a ellos, la empresa está realizando una inversión considerable subrayó. “En esos mercados no hay productos como los que tenemos, por lo que podríamos cubrir los estándares de calidad” exigidos, sostuvo Blas.
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