"Continúa el colapso en los recintos aduaneros, no hay espacio para guardar mercadería y más en estas fechas que se consideran temporada alta por las fiestas de fin de año”, informó el presidente de la Asociación de Transporte Pesado, Gustavo Rivadeneira.
En La Paz, funcionan tres recintos aduaneros y dos de ellos en El Alto.
El dirigente informó que fueron construidos en 1970, hace más de 40 años, y que fueron diseñados para almacenar hasta 50.000 toneladas de mercadería.
"Hoy ingresan alrededor de 700 camiones por semana a estos recintos. Cada uno transporta 25 toneladas de mercadería y equivalen a 17.500 toneladas cada siete días”, agregó.
Estos volúmenes se incrementan en un 30% desde septiembre hasta enero por las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Además, Rivadeneria informó que se debe restar el espacio de las mercaderías incautadas y que permanecen más tiempo.
"Las mercaderías decomisadas entran a procesos jurídicos, los cuales hacen que se demore su salida o destrucción. Se debería emitir un decreto para que la mercancía perecedera sea descartada, al igual que la ropa usada”, precisó.
La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Marlene Ardaya, reconoció esta semana el problema. "El aporte de la administración aduanera se va a dar con los dos galpones, con lo que se va a dar en Santa Cruz y no queda en el olvido La Paz, donde quedó chico el recinto”, dijo.
Añadió que los comunarios de Guaqui, Collana y de otras localidades están interesados en que en sus regiones se construyan nuevos recintos aduaneros.
Según la ANB, en los seis comandos regionales del Control Operativo Aduanero (COA, hasta el 10 octubre, se llevaron adelante 3.460 operativos en los cuales se incautó mercadería por un valor de 30,9 millones de dólares.
En La Paz, hubo 592 operativos y se decomisaron productos por un valor de 4,9 millones de dólares; en Oruro, 9,4 millones de dólares y en Santa Cruz, 6,7 millones de dólares (ver infografía).
Ardaya dijo que los decomisos no incluyen vehículos indocumentados, bebidas y ropa usada "que son mercancías prohibidas y que van directo a la destrucción”.
Aunque no quiso referirse a una saturación de los recintos, la Presidenta de la Aduana destacó que para tratar de "desahogar” los depósitos se aplicaron medidas para evitar este extremo.
Por ejemplo se aceleraron los tiempos de despacho sobre camión y en almacenes transitorios de propiedad de importadores, además de otras técnicas.
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