¿Quién no conoce El Gato Blanco, bazar donde se encuentra desde porcelana china hasta un par de pendientes de origen europeo? Sin duda, tras 75 años de haberse instalado en esta ciudad, se convirtió en un ícono del comercio cochabambino.
Hace dos semanas, la Cámara de Comercio le hizo un reconocimiento por esta trayectoria.
Desde muy joven, Abraham Domingo Asbún Zugby colaboró con su padre en el negocio, tras concluir sus estudios en el Instituto Americano, donde existía la carrera de Comercio. Era pionero en la importación de mercadería proveniente de Europa.
Algunos años después, don Abraham decidió abrir su propio negocio en 1936, con el nombre El Gato Blanco, que hasta el día de hoy se encuentra ubicado en el mismo edificio, sobre la calle Jordán esquina Esteban Arce, a unos 100 metros de la plaza principal.
Dos generaciones
Tras el fallecimiento del fundador, El Gato Blanco se convirtió en una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL).
Actualmente, los dueños y administradores son la hija, Rosario Asbun de Canevari, y su esposo, Alberto Canevari.
"Tantos años de trabajo nos dieron el prestigio de atender con orgullo a varias generaciones, con la honestidad de siempre, bastión que ostenta la firma", resalta Canevari. Según sus actuales dueños, a lo largo del tiempo, la empresa se ha caracterizado por su contribución al departamento, a partir de la generación de empleos y pago permanente de los impuestos de ley.
A ello se suma la restauración del edificio, que constituye un valioso aporte arquitectónico al centro histórico de la ciudad.
"Nuestro mayor éxito fue haber permanecido en el mercado nacional durante más de 75 años, atendiendo las necesidades de los clientes", destaca Canevari.
Selectivo
El Gato Blanco importa todo tipo de mercadería proveniente de Europa, Estados Unidos, Japón, China y Argentina, además de artículos de bisutería de la República Checa, como prendedores, pulseras, anillos, aretes y coronas de Strass, muy requeridos por novias y quinceañeras.
Pero en las vitrinas de exposición, también resaltan la fina porcelana y cristalería que junto a los artículos de cocina son requeridos por minoristas y mayoristas de los nueve departamentos del país.
Otros accesorios que son cotizados en el bazar son los artículos para primera comunión, como rosarios, libros y medallas con toques religiosos.
A ello se suman los artículos de confección y accesorios que necesitan los artesanos, como piedras de Swarowski, perlas sueltas, mostacilla, canutillos, perlas de plástico y otros artículos de fantasía con sello de importación.
En los estantes también se pueden elegir distintos regalos, como muñecas antiquísimas, ceniceros de cristal de bohemia, juegos de mesa, cerámica de 16, 20 y 45 piezas. La variedad de productos que ofertan "dan como resultado un cliente satisfecho y atendido en todos sus requerimientos", señala Canevari.
Por su parte, doña Rosario explica que las 18 personas que actualmente atienden en El Gato Blanco trabajan bajo la premisa de continuar siendo uno de los lugares comerciales más reconocidos y tradicionales del departamento.
"Estamos orgullosos y queremos mantenernos dentro de nuestras actividades cotidianas para seguir aportando a Cochabamba y al país con trabajo digno y correcto, tal cual es el lema de nuestra empresa", concluye Canevari.
Reconocimientos
Hace dos semanas, la Cámara de Comercio de Cochabamba dio un reconocimiento a El Gato Blanco por sus 75 años de servicio a la población.
Pero los logros de la empresa comercial datan de años atrás.
Durante los festejos del bicentenario de Cochabamba, el Gobierno Municipal de Cercado le otorgó la distinción “Mérito institucional a la promoción del desarrollo humano y social”.
OTRO SERVICIO
Alhambra remonta el pasado colonial
Tras un recorrido por los reducidos pasillos rodeados de filas de artículos de bisutería y porcelana, doña Rosario comenta que en el segundo nivel del edificio está Alhambra, un centro de convenciones y eventos especiales.
Al ingresar al lugar, que tiene capacidad para al menos 350 personas, llama la atención la arquitectura de cada uno de los salones, que transporta al visitante a la época colonial.
El primer ambiente es el Salón Dorado, que resalta por los tres frescos pintados por un artista italiano y toda la decoración de estilo renacentista. Otro escenario que impresiona es el Salón Colonial, iluminado con 45 arañas de cristal de bohemia. Los pilares y molduras fueron trabajados con pan de oro.
El recorrido termina en el Salón Cristal, que tiene una cúpula decorada con vitrales y una araña de cristal de bohemia de 36 luces, ambiente que es testigo de al menos cinco eventos mensuales, como matrimonios, 15 años, bodas de oro, banquetes, simposios, congresos y cócteles.
Para la atención de los tres ambientes, se dispone de un personal de al menos 15 personas, cantidad que se incrementa dependiendo el evento.
Según contaron los trabajadores, Alhambra recibió visitas de personalidades distinguidas, como alcaldes y presidentes bolivianos, entre ellos Jaime Paz Zamora.
Los números de referencia para cualquier tipo de consulta o pedido son el 4221884 y 4227249.
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