Los fabricantes llegaron a ese acuerdo con la Asociación Estadounidense de Bebidas y la Alianza por una Generación Más Sana, que informaron de esa iniciativa en un comunicado.
El compromiso se alcanzó durante una conferencia organizada por la Fundación Clinton, del expresidente estadounidense Bill Clinton, que se celebra en Nueva York entre el 21 y el 24 de septiembre.
Precisamente, el exmandatario consideró que este compromiso de la industria de bebidas "puede ser un paso fundamental en nuestra lucha contra la obesidad".
Para reducir la obesidad, los fabricantes de refrescos venderán las bebidas en recipientes de menores proporciones, promoverán el consumo de agua embotellada e introducirán en el mercado nuevas bebidas bajas en calorías o sin ellas.
Otras de las medidas que recoge el acuerdo es la colocación de esas bebidas en lugares específicos de los supermercados, como en el pasillo final, para que los consumidores puedan localizarlos con facilidad.
Coca-Cola, PepsiCo y Dr Pepper también participarán en acciones de promoción -dar cupones a los clientes-, y de concienciación.
Con este objetivo, cada compañía emprenderá acciones de sensibilización en todos los puntos de venta del país, incluidas las más de tres millones de máquinas expendedoras, surtidores de autoservicio y neveras que contienen estos refrescos.
"Este es el esfuerzo más grande que ha hecho una industria de forma voluntaria para ayudar a combatir la obesidad", destacó la presidenta de la Asociación Americana de Bebidas, Susan K. Neely, quien anticipó que "esta iniciativa ayudará a transformar el paisaje de bebidas en América".
En colaboración con la Alianza por una Generación Más Sana, un evaluador independiente se asegurará de que las compañías cumplen sus promesas.
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