No todos tienen buen aspecto, pues algunos han perdido las etiquetas, no se distinguen las marcas y están expuestos al sol.
Esmaltes de uñas, maquillajes y todo tipo de cremas son vendidos en las calles desde 5 bolivianos.
Una de las comerciantes de estos productos, Claudia (nombre ficticio), indicó que el rubro de la ropa usada ya no era rentable por lo dificultoso de la importación y porque los precios se elevan cada vez más y la gente ya no quiere comprar.
“Ya no me convenía importar ropa, a veces llega muy vieja, de baja calidad y la gente no quiere pagar, porque los precios compiten con la ropa nueva”, dijo una de las vendedoras de cosméticos.
Señaló que como importadora no tiene la certeza de la calidad de los productos que vende. Reconoció que la mayoría no cuenta con fechas de vencimiento.
Otro de los rubros que crece dentro de los “importadores” es el de la bisutería. Existen tiendas exclusivamente de estos productos y los precios también compiten con las artesanías que se hacen en el país en materiales como plata, cobre o fantasía.
En las tiendas de estos productos se puede encontrar desde pendientes hasta collares, y aunque estos aparentan ser nuevos algunos son de muy mala calidad, pues llegan rotos, sin broches o algún tipo de falla.
Otro de los sectores que se estableció hace muchos años, pero que continúa creciendo es el de los juguetes y artículos para bebés. Las tiendas de este tipo de productos son cada vez más.
CADEPIA Ante esta situación, el gerente general de la Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva (Cadepia), Rodrigo Osinaga, señaló que ve el tema de la importación de artículos americanos con preocupación, no solamente porque afecta a la mano de obra nacional, sino porque se convierte en un atentado contra la salud, debido a que se desconoce la calidad y procedencia de los artículos que se venden a bajo costo.
“El reclamo para que se frene la importación de estos productos es permanente, pero lamentablemente no tenemos espacios para poder plantear al Gobierno la problemática que nos genera el sector de los ropavejeros y hasta ahora no tenemos respuestas favorables”, señaló.
Indicó que la competencia desleal continúa e incluso estiman que se ha aumentado porque también ha comenzado a ingresar una gran cantidad de productos de procedencia china que son ofertados a bajo costo.
“Hay una diversidad de productos chinos que van desde zapatos hasta ropa y eso también perjudica a la industria nacional”, dijo.
Apuntes.
Fechas de vencimiento
Los productos que comercializan los importadores de artículos americanos como cosméticos no cuentan con fechas de vencimiento, por lo que se constituyen en un peligro para la salud de la población.
Competencia
Tanto la bisutería como los cosméticos compiten con los productos nacionales por su reducido costo.
Pymes
Según el informe de Cadepia, el 90 por ciento de las empresas nacionales son pymes.
Productos chinos
Otro de los sectores que preocupa a los productores nacionales es la importación de productos chinos.
Piden al Gobierno poner un freno a esta situación para no afectar las fuentes de empleo en el país.
Informalidad crece sin control
Las características del modelo económico vigente, que desde hace cinco años ha fomentado este tipo de actividades informales y que han crecido sin ningún control, están generando una distorsión importante en el funcionamiento de la economía.
El último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), sobre los sectores económicos en Bolivia, señala que el año 2013 han crecido las actividades vinculadas a los servicios y comercio en 9 por ciento y, por supuesto, el sector de la construcción 6 por ciento , mientras que las actividades económicas vinculadas con el sector manufacturero han reflejado una caída en la producción de 1 por ciento . Esto genera una verdadera preocupación para considerar al actual modelo económico como un ejemplo para América Latina porque no permite impulsar las exportaciones no tradicionales y tampoco generar nuevos acuerdos comerciales.
Lo anterior, muestra que la diversificación de las importaciones, combinando la ropa usada con cosméticos, muebles y bisutería son una competencia desleal a la producción nacional y, por tanto, a la generación de empleo formal.
En Bolivia, de acuerdo con datos del INE de 2012, un 67 por ciento de la población económicamente activa está vinculada a la economía informal, lo que no es una buena señal para un país como Bolivia que debería generar por lo menos un 60 por ciento de empleo formal. El modelo económico está impulsando actividades informales vinculadas principalmente al comercio y a la importación de ropa usada que es una actividad que genera importantes ingresos para las personas vinculadas a ese negocio.
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