El producto primario es el cacao sin procesar y está destinado a los mercados de Chile, Japón y algunos países de Europa. Mientras que de los productos con valor agregado (chocolate), sólo el 20% se comercializa en el mercado externo, informa el jefe de Comercio Exterior de la empresa, Ramiro Villca.
Explica que al exportar un producto con valor agregado crece el capital y la mano de obra, pues hay incremento de producción en el país. Por tanto, si sólo se exporta materia prima el resultado significará una elaboración mínima de productos con valor agregado y menores fuentes laborales.
"Somos conocidos en Europa y Japón como una cooperativa de cacao, pero no como una marca propia de chocolate; hacemos cambios para que El Ceibo sea reconocido como producto terminado y no sólo como materia prima”, indica Villca.
El Ceibo elabora 85 productos sobre la base de su propio cacao. Esta empresa se caracteriza por ser una cooperativa de segundo nivel, pues está compuesta de varias pequeñas cooperativas localizadas a lo largo de la región de Alto Beni, en el trópico del departamento de La Paz, que cuentan con más de 1.200 asociados quienes forman parte de toda una cadena de producción de la empresa.
Limitaciones para exportar
Villca sostiene que como consecuencia del calor, la humedad y el movimiento, el chocolate requiere un trato especial para ser exportado. Los factores climáticos afectan a la textura del chocolate; entonces, si se quiere exportar es necesario utilizar contenedores frigoríficos y el equipamiento necesario. Por lo tanto, esto implica un incremento en el precio final del producto. A la hora de exportar el producto, otra limitante es el elevado arancel que debe pagar la empresa, lo que deriva en el incremento del precio del producto entre 28 y 35%, motivo por el cual El Ceibo exporta en mayor cantidad el cacao. Este aumento tiene que ver con la protección de la industria del chocolate en una mayoría de los países de Europa.
Busca mejorar su calidad
La calidad del chocolate es fundamental para que la empresa pueda competir con la chocolatería europea. "Suiza es identificada por su cultura del chocolate. Si El Ceibo quiere ser reconocido a nivel internacional debe enfrentar la misma calidad o superar al chocolate suizo”, afirma Villca.
Para llegar al mercado internacional y lograr un sabor diferente e innovador, El Ceibo invirtió 10.000 dólares y lanzó una línea fina de chocolates con la ayuda de la francesa catadora de chocolates Chloé Doutre-Roussel.
Doutre-Roussel creó productos de gran calidad para exportar: Dark chocolate 71% cocoa beans; chocolate oscuro, Drikings 85% cocoa beans; bollos de chocolate que son fusionados con leche fría o caliente, Cocoa powder 100% cocoa beans.
También el cacao en polvo, Couverture 75% y 85% cocoa beans; la tableta de chocolate para cobertura y por último el 77% Dark chocolate with Cocoa Neebs and Uyuni Salt; producto hecho a base de chocolate amargo y acompañando de sal (proveniente del Salar de Uyuni).
"El gusto por el chocolate depende del paladar extranjero o nacional”, asevera Villca. Los bolivianos tienen el gusto por el chocolate dulce, así que la demanda son los Filipitos (grageas de maíz cubiertas con chocolates). En cambio, el gusto extranjero está constituido por el chocolate amargo y su mayor demanda es el producto de Neebs y Sal.
Desde su creación en 1977, los agricultores de El Ceibo elaboran productos con certificación orgánica como ser grano de cacao, chocolates, licor y manteca. Todos sus trabajadores son pequeños agricultores de La Paz y Beni, los cuales producen el cacao tomando en cuenta estándares internacionales.
Un gusto ya adquirido en el país
El 65% de las utilidades de la empresa chocolatera El Ceibo se recoge del mercado interno, pues sus ventas generan mayores ganancias debido a la creciente demanda de chocolates por parte de la población, cuenta el jefe de Comercio Exterior de la empresa El Ceibo, Ramiro Villca.
Según Beatriz Churiquimani, una de las representantes de una sucursal de la empresa, cada día se reúne entre 13.000 y 15.000 bolivianos por la venta de los productos y en festividades como el Día de la Madre, Pascua o fiestas de fin de año, las ventas se duplican.
Los productos de mayor precio que tiene la empresa son aquellos de la denominada línea fina como Neebs y Sal, con un valor de 26 bolivianos en presentaciones de 80 gramos y la pasta de cacao, con un costo de 70 bolivianos.
La empresa cuenta con un programa de ganancias para clientes mayoristas a través de descuentos, lo que depende del monto de la compra.
A partir de los 3.000 bolivianos tienen 8% de descuento, si suma 10.000 el beneficio llega a 14% y de 10.000 para adelante es del 15%.
Celia Quispe, cliente mayorista, afirma que invierte al mes más de 30.000 bolivianos en los productos. Antes tenía a la venta distintas marcas de chocolate, pero ahora optó sólo por vender los productos de El Ceibo debido a la gran demanda de sus clientes por su sabor y calidad.
El Ceibo, una empresa que de a poco es reconocida internacionalmente por la calidad de su cacao, está comprometida en los próximos años a elevar la producción de chocolates con la meta de incluirse en el paladar extranjero y, de este modo, tener presencia en Europa.
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