EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE INDUSTRIAS, MARIO YAFFAR.
La industria nacional calificó este año como un período caracterizado por la incertidumbre, “por la presencia de señales adversas del Gobierno que impiden el desarrollo y crecimiento del sector”.
“La gestión 2013 para el sector industrial manufacturero fue un año de alta incertidumbre y de señales adversas para la inversión productiva, la generación de empleo de calidad y el crecimiento en base a un mayor valor agregado”, dijo ayer el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) Mario Yaffar.
De esta manera, este sector manifestó su “profunda preocupación por la falta de condiciones económicas y jurídicas que fomenten la inversión privada y más bien se presentó un escenario de desaliento a las actividades industriales manufacturas formales”, sostuvo el directivo.
INDUSTRIALIZACIÓN
Advirtió que existe en el sector “un estancamiento del grado de industrialización de Bolivia en 16 por ciento, cifra similar a la de hace 30 años atrás, un incremento de las importaciones de bienes de consumo (alimentos y bebidas) en 15% que sustituye gradualmente a la producción manufacturera nacional y un crecimiento industrial estimado en torno al 5,5%, por debajo del crecimiento de la economía”, acotó.
SEÑALES ADVERSAS
El sector industrial expresó ayer “su profunda preocupación porque las señales adversas tanto económicas, jurídicas y políticas vienen incrementando severamente los costos de producción industrial y generan una paulatina reducción de la competitividad industrial y desincentivan la inversión y producción nacional. Se viene perdiendo la cultura empresarial en base a la productividad o rendimiento”, dijo Yaffar.
SALARIOS Y AGUINALDOS
Entre las señales económicas adversas que identificó, hizo mención al aumento salarial decretado por el Gobierno “en forma no coordinada e inconsulta con el sector privado y el doble aguinaldo, los cuales incrementaron los costos de la producción industrial; la competencia desigual del creciente contrabando y la informalidad; la pérdida de competitividad por la devaluación del tipo de cambio en países limítrofes (Brasil y Argentina); el enclaustramiento marítimo y los paros laborales en países vecinos (caso Chile) que aumentaron los costos de transporte”.
SEÑALES JURÍDICAS
Por otra parte, entre las señales jurídicas estatales inadecuadas para el sector privado, se tiene la norma del “Solve Et Repete” (pague primero y reclame después) que causa indefensión para el contribuyente; la ampliación de la prescripción tributaria de cinco a diez años en forma escalonada que genera mayor burocracia, inacción de las entidades recaudadoras y altos costos administrativos para los contribuyentes. Asimismo cuestionó la aprobación del decreto 1754 sobre la posibilidad de conversión de empresas privadas cerradas injustificadamente, en proceso de liquidación y/o quiebra a empresas sociales que genera efectos perversos para la sostenibilidad de las empresas.
FISCALIZACIÓN
“No obstante, la apertura y actitud de diálogo del sector privado, el sector público emitió señales políticas (económicas, jurídicas e institucionales) inadecuadas para el normal funcionamiento de las empresas”, manifestó el presidente de la CNI.
Este sector también alertó sobre la excesiva fiscalización al sector privado legalmente establecido y el escaso esfuerzo estatal por incorporar a sectores informales; la excesiva tramitología de las autoridades de control público y el acoso de la autoridad pública que genera indefensión de los contribuyentes ante el Estado por la reducida o nula efectividad de los recursos de impugnación.
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