“Muy pocas son las personas que ahora compran tarjetas, antes había más demanda, la situación económica ha afectado mucho, respecto a otros años ha bajado en un 80 por ciento. Ahora las empresas grandes son las que elaboran sus propias tarjetas, ellos ahora han dejado de comprar en un 50 por ciento”, señaló una señora de mediana edad, dueña de una imprenta, que prefirió mantenerse en el anonimato.
El encargado de la imprenta Graphic corroboró la versión de la anterior declarante. Atribuyó la baja demanda de tarjetas al uso cada vez más mayoritario del internet.
“Ha bajado la demanda con respecto a otros años, parece que más les conviene enviar las tarjetas virtuales de internet. Otros años por esta época tenía harta clientela, pero ahora no”, indicó.
El responsable de la imprenta Delfos esgrimió similar argumento. “Yo pienso que es porque han subido las cosas, el papel también ha subido. También como ahora es todo por Internet ya está quedando todo vacío, las empresas ya no tienen trabajo”, apuntó.
“Antes era normal que desde los meses de septiembre, octubre y noviembre lleguen los pedidos, era lleno, teníamos que trabajar de amanecida, en dos turnos, para cumplir”, agregó.
Otra entrevistada dijo que el negocio cayó por la “reducción del circulante”. “En impresiones ya no hay mucho, antes compraban mucho las tarjetas navideñas. Ahora ya no hay tarjetas navideñas ni almanaques. Antes venían de los Ministerios, personas independientes, las familias, pero ahora las familias se hacen tarjetas en sus impresoras. Antes faltaba manos, pero ahora estamos cruzados de manos”, indicó.
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