Según las sugerencias de asesores en inversiones, analistas económicos y empresarios consultados por Dinero, a estos sectores se suman la construcción y venta de bienes inmuebles, el mercado bursátil, los servicios petroleros, las franquicias y la importación de autorrepuestos.
Marco Hurtado, presidente de la Cámara de Inmobiliarias de Santa Cruz, dijo que las inversiones en 2013 se concentraron en la edificación de centros comerciales, condominios, hoteles y edificios empresariales. Aseguró que, con la nueva ley de regulación de las tasas de interés para la compra de viviendas, se proyecta un mayor crecimiento. Sin embargo, agregó que se corre el riesgo de que los capitales se concentren solo en segmentos del mercado alto y medio alto donde “ya hay una sobreoferta”.
Hurtado identificó como nicho de mercado la construcción de edificios, casas y departamentos dirigidos a familias del segmento socioeconómico medio y a jóvenes profesionales.
Otra alternativa es invertir en bonos, acciones y pagarés que ofrece la Bolsa Boliviana de Valores (BBV). Javier Aneiva, gerente general de la entidad, manifestó que la BBV se constituye en un mercado propicio que facilita liquidez, seguridad y rentabilidad adecuadas a la situación económica de cada momento.
Una buena opción a corto plazo son los pagarés, como los Pyme de 270 días, pues brindan una rentabilidad fija del 4,52%, además de los bonos del Tesoro General del Estado, con una rentabilidad del 4,02% a 720 días.
“Los rendimientos de las acciones son variables. Son instrumentos de inversión de riesgo pero que ofrecen oportunidades de alta rentabilidad”, dijo Aneiva.
Para las firmas de servicios que se orientan al sector petrolero y gasífero se pinta un mejor año, con la aprobación de cinco contratos de servicios petroleros para la exploración y explotación de áreas en Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija. YPFB Chaco, Petrobras Bolivia y BG Bolivia ejecutarán estos trabajos.
“Las empresas que operan en Santa Cruz y Tarija, principalmente, tendrán un crecimiento sostenido a partir de 2014, pues su demanda ya creció en más del 20% en 2013, comparado con el año anterior”, reveló el analista en inversiones Jaime Dunn.
El experto indicó, además, que las inversiones en el sector de gastronomía, entretenimiento y salud son “siempre prometedoras cuando la clase media empieza a expandirse”.
Por otra parte, el mercado de las franquicias en Bolivia ya está maduro y se convierten en una gran alternativa de inversión. Esa fue la recomendación que hizo el presidente de la Cámara Boliviana de Franquicias, Miguel Mardoñez, quien destacó que los futuros nichos de mercado se concentrarán en la ropa (por edades y género), limpieza y belleza (en Santa Cruz).
Roberto Pérez, gerente de la primera empresa de franquicias en Bolivia, América Srl, explicó que la tasa de éxito que tiene un inversionista en los cinco primeros años alcanza un 95%.
La importación de autorepuestos se propone como un negocio redondo. En solo un año el parque automotor, viejo y nuevo, creció en casi 200.000 vehículos.
Apuesta agrícola
Para la chía, el negocio se encuentra en el mercado interno, según explicó el productor Germán Cuéllar, precursor del comité de la chía en la Cadex. Dijo que la compra en el mercado interno alcanzó los $us 2.000 la tonelada y su precio internacional llegó a $us 5.000.
“No necesariamente una subida de precios significa un negocio rentable en el largo plazo”, señala Paula Mejía, gerenta de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua, al referirse que este año la tonelada del cereal subió de $us 3.200 a más de 6.000.
“Con la mayor oferta del producto para 2014, se proyecta que su valor se estabilice”, indicó. En contrapartida, para el próximo año se proyecta una recuperación en los precios de la caña de azúcar, pues este año hubo una caída en su producción nacional y en el valor del quintal, que bajó de Bs 270 a 160.
Por su parte, Dunn sostuvo que el trigo sigue siendo el de mayor trascendencia y preocupación en nuestro país, puesto que de las 650.000 toneladas demandadas al año por la población boliviana, la producción nacional solo cubre el 38%.
La plantación de mandarina de la variedad incor abre otra oportunidad. Según Nué Morón, presidente de la Federación de Fruticultores y Horticultores de Santa Cruz, en una hectárea de mandarinas se invierten unos Bs 4.000, sin contar el costo de la propiedad, y en dos años el productor puede comercializarlas entre Bs 25 y 65 las 100.
El dinamismo agroproductivo hace que la importación de insumos agropecuarios sea otra buena opción para invertir
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