“Esos muebles desechables y que no sirven son más baratísimos y provocan el desempleo a nivel nacional de nuestros compañeros carpinteros, en especial en La Paz ya están sufriendo una desocupación tremenda, ese contrabando hace que los compañeros que antes hasta exportaban sus muebles ahora ya no tengan trabajo”, lamentó el dirigente.
Sostuvo que solamente en La Paz existen alrededor de 4000 trabajadores de la madera, de los mismos, aproximadamente, 1500 ya perdieron su trabajo. Entretanto, un porcentaje importante de los carpinteros en Santa Cruz optó por dedicarse al rubro de la construcción.
“Unas 1500 o 2000 personas se quedaron sin trabajo en La Paz, de las 4000 que trabajan en madera, incluso los barnizadores. Y en Santa Cruz, los compañeros carpinteros se fueron a la construcción a trabajar, porque ya están comprando muebles del contrabando con bajo precio pero el mueble no está garantizado”, puntualizó Aguilera.
Asimismo, se reveló que la diferencia de los precios de un mueble nacional y uno brasileño de contrabando es de aproximadamente 50%.
A la par, la producción y venta de muebless metálicos también desplazó a la madera. La importación de muebles melamínicos sumó $us 36 millones, superior a la de exportación, siendo los muebles de oficina y de cocina los más demandados.
En marzo pasado, los carpinteros de La Paz y El Alto expresaron su preocupación porque la falta de materia prima (madera) pone en riesgo la seguridad de sus fuentes de empleo, por lo que pidieron al Gobierno restringir la exportación y tráfico de este producto a países como Chile, Brasil, Perú o Paraguay.
El secretario general de la Federación de Trabajadores Carpinteros, Adolfo Aguilera, a nombre de su sector reclamó porque la madera, principal producto para sus trabajos, no salga del territorio nacional y pidió una reunión con las autoridades de Gobierno.
“Pedimos que el Gobierno se preocupe por el rubro de los carpinteros y tome acciones para modificar la Ley Forestal 1700 que hace referencia a la certificación de la madera, además de acceder a programas de capacitación para poder ingresar a mercados como Venezuela, Brasil, Unión Europea, México y España”, dijo el dirigente.
Dirigentes y carpinteros coincidieron – por separado – que la extracción ilegal de la madera, el contrabando y la sustitución de materiales se convirtieron en los principales factores que frenan el desarrollo del sector y ponen en peligro sus fuentes de empleo.
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